Acciones: Santa Claus levantaría las acciones en diciembre, pero el calendario y el sentimiento suponen riesgos para principios del nuevo año
Diciembre de 2024
Si la historia se repite, las acciones de alta capitalización de Estados Unidos deberían tener viento en popa a fin de año, dado que el S&P 500 se encamina a cerrar el 2024 con un rendimiento total superior al 30%. La liquidez se mantiene amplia y respalda más ganancias, tal como lo evidencian los aumentos constantes recientes en los precios de clases de activos más riesgosos. Las mediciones de corto plazo de la participación del S&P 500 declinaron en diciembre, pero alrededor de dos tercios de los componentes del S&P 500 continuaron negociándose por encima del promedio variable de 200 días hasta mediados del mes. Describiríamos las lecturas de amplitud del S&P 500 en algún punto entre moderadamente positiva y sólida en el presente. Sin embargo, buscaremos más señales de que los equipos de liderazgo están vacilando y achicándose, lo que podría indicar que hay una retirada de cierta magnitud en proceso. Con este telón de fondo, los actores del mercado tienen pocas razones para luchar la tendencia alcista prevalente en las acciones de alta capitalización de Estados Unidos al inicio de enero; y, como es poco probable que en 2025 aumenten las tasas impositivas sobre las ganancias de capital, los inversores podrían impulsar las ventas para el año próximo, lo que reduce el viento en contra para los precios de las acciones que opera a fin de año.
En este panorama, el telón de fondo estacional positivo actualmente presente para las acciones suele cambiar a fines de enero. Históricamente, el S&P 500 enfrenta terrenos ásperos en el mes de febrero, lo que genera un rendimiento promedio del -0.09% durante ese mes desde 1928, siendo uno de los únicos tres meses del calendario en generar, en promedio, un rendimiento negativo. El sentimiento alcista que se acerca a su nivel más alto de este año es otro riesgo que conviene observar como indicador opuesto. Las encuestas de sentimientos no son en absoluto una guía perfecta en cuanto al señalamiento exacto de expansiones y retrocesos del mercado, en especial durante el mes de diciembre; y después de las fuertes ganancias anuales hasta la fecha, la alegría de las fiestas puede impulsar el sentimiento, el apetito de riesgo y los precios de las acciones a niveles inesperados, aunque el sentimiento podría cambiar a principios del año nuevo cuando los inversores vuelvan a equilibrar sus carteras.
Los ganadores del año hasta la fecha quedan históricamente fuera de los repuntes de fin de año porque los inversores persiguen productos beta. Históricamente, diciembre ha sido un mes positivo para el mercado bursátil, pero las exposiciones de factores no se despidieron todas tan bien durante el mes, dado que el impulso y la calidad generaron rendimientos promedio negativos durante el mes en la última década. Este dato reafirma la sabiduría tradicional de que los ganadores del año hasta la fecha siguen ganando y arrastran la batuta del liderazgo hasta fin de año, pero fueron las acciones beta más volátiles y más altas las que tuvieron mejor desempeño en diciembre en los últimos años. Hasta este punto en el mes, volvemos a ver esta dinámica en juego, ya que el ETF iShares Momentum (MTUM) disminuyó un 1.6%, mientras que el ETF S&P 500 High Beta factor (SPHB) de Invesco repuntó un 1.8%. Las estrategias basadas en impulsos tienden a llenarse de acciones en una tendencia alcista de largo plazo, generalmente en los 6 a 12 meses previos; mientras que los productos beta se asignan a acciones con la mayor sensibilidad a los movimientos del mercado, tanto ascendentes como descendentes. El maquillaje y estiramiento de los gestores de carteras para los productos alfa a último minuto es un posible impulsor del repunte de beta a fin de año. Si bien no sería una sorpresa que los nombres más volátiles de calidad cuestionable lideraran en las próximas semanas, perseguir esos nombres podría resultar costoso si el sentimiento del mercado cambia.
¿Será Trump 2.0 más de lo mismo (baja rentabilidad) para SMid? Los inversores desempolvaron el manual de estrategia de 2016 tras las elecciones de noviembre; esto reavivó el interés en las empresas más pequeñas y propulsó el S&P Small Cap 600 a una ganancia del 10.9% solo en noviembre, casi duplicando el rendimiento mensual del S&P 500. El avance de la baja capitalización se pareció a lo sucedido en noviembre de 2016, cuando el índice de baja capitalización aumentó un 12.5%, pero las empresas más abajo en el espectro de capitalización del mercado también habían liderado la mayor parte del año hasta ese punto y estaban en una posición fundamental diferente a la que parecen tener actualmente. La posibilidad de un telón de fondo en el mercado global más volátil en los años venideros plantea la siguiente pregunta: ¿Es auténtica la rotación a SMid o tiene fecha de vencimiento, como ocurrió en la primera presidencia de Trump?
Es sabido que las empresas de baja y mediana capitalización dependen mucho menos de las ventas internacionales para alimentar sus ganancias; y en un contexto en el que las tarifas de Estados Unidos sobre los bienes importados podrían incrementar y los socios comerciales podrían responder con la misma moneda aumentando las tarifas sobre las importaciones de Estados Unidos, las empresas más pequeñas deberían verse relativamente beneficiadas. Sin embargo, esto no fue lo que ocurrió en 2017, el año en que el presidente Trump implementó las tarifas en su primer mandato, dado que el S&P 500 pasó al S&P Small Cap 600 en un 8.6%, y a pesar de la contienda política, el desenlace final no representó el viento en contra que se temía para los mercados financieros y las multinacionales con sede en Estados Unidos. Las acciones de capitalización SMid acarrean valuaciones atractivas con respecto al crecimiento de ganancias previsto en el año próximo y deberían proporcionar cierta aislación en un escenario de mercado de riesgo inesperado si la retórica del comercio y las tarifas se activa, pero los impulsos macroeconómicos no bastarían para ganar la confianza de los inversores y convertirlos en creyentes. Somos optimistas de que un pequeño incremento en las fusiones y adquisiciones (M&A) y la eliminación de regulaciones impulsarán SMid en el ’25, pero también arrastrarán a las empresas del S&P 500 en el viento a favor. En consecuencia, recomendamos colocaciones tanto en acciones de alta capitalización como SMid de Estados Unidos que coinciden con nuestras colocaciones estratégicas.
Las mediciones de amplitud de plazo más corto mejoran en el exterior, lo que avala un aumento de los mercados desarrollados internacionales a fin de año. Las mediciones de la participación o amplitud de mercado en todos los estados nos permitieron mantener una mirada positiva sobre las acciones de Estados Unidos hacia el final de 2024. No obstante, esas mismas mediciones o métricas fueron más dispares para los mercados desarrollados y en desarrollo del exterior, lo que nos empujó a nosotros y muchos otros inversores a concluir que Estados Unidos sigue siendo el destino ideal para los inversores que buscan arriesgar patrimonio. Sin embargo, las mediciones de amplitud mostraron una mejora notoria en el exterior a esta altura de diciembre, con más de tres tercios de los componentes del Euro Stoxx 50, CAC 40 en Francia, DAX alemán, Hong Kong Hang Seng y Shanghai Composite de China, que se negociaron por encima del promedio variable de 10 días. Aun considerando que se trata de una medición del impulso a corto plazo que podría pincharse rápido, es alentador que el capital encuentre su camino en estos mercados a pesar de los ruidos políticos (Francia, Alemania) y del crecimiento económico deslucido (China, zona del euro) que copan los titulares.
La debilidad del dólar estadounidense despertó más interés en mercados extranjeros y ya hay noticias negativas, en especial para los mercados desarrollados en el exterior; así se evidencia en las operaciones de MSCI EAFE con 14 veces las ganancias de los últimos 12 meses, muy por debajo del promedio de 30 años de 20 veces. Las definiciones sobre el comercio y las tarifas y algunas señales de estabilidad en el dólar estadounidense podrían mejorar el sentimiento hacia los mercados internacionales en el año próximo, y no costaría mucho dar noticias positivas ante las bajas valuaciones y las expectativas irrisorias de crecimiento económico y ganancias en el exterior. Dicho esto, trazar un camino a la alza para las acciones de Estados Unidos es un ejercicio mucho más fácil, y esperamos que S&P 500 gane a los mercados desarrollados extranjeros el año próximo, a medida que el capital continúe volcándose en activos estadounidenses.