Las condiciones del mercado, su situación impositiva y su tolerancia de riesgo pueden ser factores que influyan en la decisión.
Con los índices bursátiles en niveles máximos históricos o próximos a ellos, está claro por qué se recomienda tan a menudo a los inversores particulares la estrategia de "comprar y mantener". Sin embargo, los inversores serían descuidados si se limitaran a conformar sus carteras y luego se olvidaran de ellas. Si se comparan con el índice bursátil general de Standard & Poor's 500, algunas tenencias individuales tendrán dificultades, incluso en un mercado alcista, y pueden ser buenas candidatas para una venta.
Sin embargo, saber cuándo desprenderse de acciones es complicado, afirma William Chenoweth, gestor de cartera de Regions Asset Management.
"Aquí en Regions somos en gran medida inversores del tipo que se inclina por comprar y mantener, pero eso no quiere decir que los activos nunca se vendan", dice Chenoweth. "El concepto de comprar y mantener hace referencia a nuestra filosofía de que la estrategia de inversión debe estar alineada con nuestros valores y objetivos a largo plazo. Evaluamos constantemente las inversiones de nuestros clientes y las reposicionamos en función de nueva información, nuevas ideas y un mundo que está en constante cambio".
Puede haber mucho en juego. Por ejemplo, en 2023, un puñado de acciones tecnológicas del índice bursátil S&P 500 subieron más de un 100% como grupo, pero otras 493 actuaron de forma coordinada para limitar la ganancia global del índice a aproximadamente una cuarta parte de esa cifra. En resumen, las acciones de la mayoría de las 500 empresas más grandes del mercado bursátil tuvieron un "rendimiento inferior" en 2023. Algunos fondos mutuos y fondos cotizados en bolsa también arrojaron un rendimiento inferior, según sus estrategias de inversión.
El bajo rendimiento no es lo único que hay que tener en cuenta
Sin duda, un rendimiento inferior al de un índice no es en sí mismo un motivo para vender una acción. "Por el contrario, cuando esté considerando la posibilidad de hacer una transacción, pondérela en el contexto de su comodidad con el riesgo y su capacidad para asumirlo", dice Chenoweth. "Además, pregúntese qué ha cambiado respecto del motivo que lo llevó a comprar la inversión en primer lugar".
Algunas veces, el bajo rendimiento puede reflejar una nueva perspectiva hacia la empresa o su industria. Otras veces, una acción puede haber registrado ganancias exorbitantes, pero se agotó su potencial de obtener mejores resultados en el futuro, y es hora de rotar hacia una inversión más prometedora.
A título individual, los impuestos pueden jugar un papel importante en la gestión de la cartera. La llamada recolección de pérdidas fiscales se produce cuando los inversores venden valores de bajo rendimiento y utilizan las pérdidas de capital resultantes para compensar las ganancias de capital obtenidas en otras ventas durante el año, reduciendo en última instancia el total del impuesto sobre la renta del ejercicio. "Si fuera por nosotros, no querríamos que ninguna de las acciones o inversiones que tienen nuestros clientes tenga pérdidas, pero entendemos que eso no es realista", dice Chenoweth. "La recolección de pérdidas fiscales permite que cualquiera saque lo mejor de una mala situación".
Mantener una acción de bajo rendimiento puede resultar beneficioso
A veces, es mejor no vender.
Las acciones del sector energético, por ejemplo, se tambaleaban entre 2014 y 2020, especialmente hacia finales de ese período, cuando la pandemia de coronavirus enrareció la economía mundial. Sin embargo, en 2022, mientras que el mercado en general caía un 18%, el sector energético registraba una subida espectacular porque la gente empezó a viajar y a gastar de nuevo.
Al final, dice Chenoweth, vender acciones es una decisión muy personal. Los inversores tienen sus propios perfiles de riesgo y preferencias, sus propias consideraciones en materia de impuestos y sus propios cambios de vida, con trabajos, hijos e hipotecas. Todas estas cuestiones pueden ser factores determinantes a la hora de decidir cuándo desprenderse de una inversión.
"En Regions, somos extremadamente deliberados a la hora de aplicar nuestra filosofía de inversión", dice Chenoweth. "Desde el principio hablamos largo y tendido con nuestros clientes sobre lo que creemos y por qué lo creemos. Esto nos ayuda a sentar las bases de futuras conversaciones cuando ellos estén pensando en vender una tenencia de bajo rendimiento. Si saben por qué están tomando esa decisión, pueden evaluarla muchísimo mejor".
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