Ya sea que necesite pedir dinero prestado para un propósito específico o simplemente desea tener una alternativa de respaldo por si acaso, existen distintos tipos de crédito disponibles para usted. Conocer la diferencia entre las líneas de crédito y los préstamos personales puede ayudarlo a decidir qué opción será mejor para su situación.
Una línea de crédito funciona como un préstamo rotativo. Se le otorga un límite de crédito, no realiza pagos ni acumula interés si no lo usa, y normalmente puede pedir prestada cualquier parte de la línea de crédito disponible, cosa que puede seguir haciendo cada vez que haya devuelto el dinero prestado. A menudo, la línea de crédito tiene una tasa de interés variable.
Un préstamo personal —a veces llamado préstamo a plazos, préstamo o préstamo no sin garantía— es una suma única. Normalmente se recibe el total una vez que completa el proceso de préstamo y cierra el préstamo con el banco, pero debe comenzar a pagar intereses sobre el monto total inmediatamente después. El préstamo personal suele tener un pago fijo, así como una tasa de interés fija.
Cada opción tiene sus beneficios y limitaciones, claro está, dependiendo de su flujo de efectivo y de cuándo el dinero, dice Susan Fisher, representante bancaria prioritaria y jefa de equipo en sucursal de Regions Bank en Brentwood, Tennessee.
"Una línea de crédito está siempre lista y esperándolo", dice Fisher. "Es como tener la posibilidad de ir hasta el grifo y abrir el agua. Si no necesita el agua, entonces no abre el grifo".
La línea de crédito es útil para las emergencias inesperadas, como lo experimentó uno de los clientes de Fisher hace varios años. Después de que una tormenta de invierno brutal dañara su vivienda, y antes de que se realice la investigación de cobertura del seguro y el proceso de aprobación, pudo usar su intacta línea de crédito sobre la plusvalía del hogar para realizar las reparaciones inmediatas y necesarias en su hogar.
Por supuesto, la línea de crédito debe abrirse con anticipación, aunque el plazo varía según cada producto. "El proceso de solicitud puede demorar unas semanas, por eso se recomienda no esperar hasta último momento para iniciarlo", dice Fisher. Resulta muy útil tener disponible una línea de crédito antes de que llegue a necesitarla. Algunas líneas de crédito pueden tener cargos, como el cargo anual o por inactividad, y usted deberá determinar si la conveniencia supera el costo.
Si sabe cuánto dinero necesita pedir prestado y cuándo lo necesitará, el préstamo personal puede ser una mejor opción. Esos préstamos en cuotas normalmente se utilizan para fines específicos, como la compra de un auto o las mejoras planificadas en el hogar, y una vez que lo cancela, el préstamo queda finalizado.
"Como muchas personas saben exactamente cuándo recibirán su próximo cheque de sueldo y cuándo vence el pago de su préstamo, eso les ayuda a administrar su flujo de efectivo", dice Fisher. "Además, usted no queda sujeto a las tasas de interés fluctuantes dado que normalmente son tasas fijas".
Si decide que necesita más dinero una vez que el préstamo está saldado, sin embargo, debe solicitar un nuevo préstamo. Además, puede correr el riesgo de ya no calificar para otro préstamo si su ingreso o situación laboral ha cambiado.
Cualquiera sea su circunstancia, un representante bancario o asesor financiero puede ayudarlo a determinar cuál es la opción de préstamo que mejor se adapta a sus necesidades.
"Un buen representante bancario personal no habla incansablemente sobre los productos", dice Fisher. "Escucha su situación particular y les hace las sugerencias adecuadas para usted".
Son muchos los usos tanto para las líneas de crédito como para los préstamos personales. Evalúe sus necesidades y situación financiera mientras planifica con anticipación para su futuro.