Preservar su patrimonio y la armonía de la familia luego de su fallecimiento.
Cuando piensa en su legado, ¿qué le viene a la mente? ¿Es una familia feliz y próspera recordando todos juntos sentados en la mesa? ¿O se preocupa por lo que ocurrirá con sus activos o el futuro de su familia? ¿Aspira a dejar algún dinero para beneficencia o alma máter?
Cualquiera sea su sueño, tener un plan patrimonial incidirá de manera significativa a la hora de garantizar que los bienes que tanto esfuerzo le costaron a lo largo de su vida tengan el impacto que desea. "La planificación patrimonial es un proceso diseñado para ayudar a las personas a administrar, preservar y desarrollar sus bienes mientras viven, y para propiciar una disposición ordenada de sus bienes, en parte en vida pero en su totalidad después de su fallecimiento, conforme a sus objetivos particulares", dice Baker Crow, Vicepresidente sénior de Private Wealth Manager de Regions.
La sabiduría convencional sostiene que la planificación sofisticada del patrimonio es más relevante para las familias con patrimonios que probablemente pagarán el impuesto federal sobre el patrimonio, que actualmente exime $5.34 millones del patrimonio de un individuo (el doble para parejas casadas). Pero aun familias con mucho menos que los límites de exención pueden ser impactadas por los impuestos sobre el patrimonio o de sucesiones recaudados por el estado, que a veces tienen límites de exención de $1 millón o menos. El Congreso también podría cambiar el monto de exención del impuesto federal sobre el patrimonio, como lo ha hecho varias veces.
Aun si es improbable que usted pague dicho impuesto, la planificación del patrimonio es clave para garantizar que tenga algún control sobre cómo se distribuyen sus activos. También ayuda a evitar que su propiedad tenga que ser dividida a través de una disposición estipulada por el estado, cuyos resultados pueden ser diferentes de lo que usted desea.
Primero lo primero
El proceso de planificación del patrimonio comienza con algunos pasos clave, declara Crow:
- Crear un inventario del activo y el pasivo. Es posible que también deba idear un plan para pagar sus deudas.
- Decidir quiénes serán sus beneficiarios: familiares, amigos, obras de caridad u otras organizaciones, y cómo quiere beneficiarlos.
- Crear su equipo de patrimonio. Este incluirá un abogado, que redactará la planificación del patrimonio y los documentos legales relacionados. Puede incluir a su contador, por la importancia de los impuestos en el proceso. Por último, incluye su asesor de patrimonio de Regions, que comprende su situación y metas financieras.
- Elegir el representante personal de su patrimonio y el fiduciario de cualquier fideicomiso que establezca.
Es posible que este último paso sea el más importante que dé. Muchas personas designan a un miembro de la familia como representante personal o fiduciario por su conocimiento íntimo de los asuntos familiares y porque normalmente un miembro de la familia no cobra cargos. Pero esto no es siempre acertado, dice Crow. Administrar una propiedad adecuadamente requiere habilidades fuertes en administración de activos y pasivos, impuestos y contabilidad, tanto como conocimientos de leyes de patrimonio. Un miembro de la familia sin amplia experiencia en estas áreas puede encontrar el rol agotador y aun podría derrochar los activos del patrimonio, aunque sea involuntariamente.
Añadiendo complejidad al rol, el representante personal o fiduciario actúa como “quarterback” en el equipo de planificación del patrimonio y es responsable de decisiones importantes después de su fallecimiento, como determinar cómo se invierten los activos y ejercer de manera prudencial su discreción según esté estipulado en el documento. “Aun la mejor planificación fallará si no se implementa adecuadamente”, declara Crow.
El rol de fiduciario también es altamente sensible porque controla el presupuesto del fideicomiso. Por ejemplo, nombrar a un hijo fiduciario de un fideicomiso familiar podría provocar sentimientos de injusticia o frustración por parte de los otros hijos y causar conflictos familiares innecesarios. De la misma manera, nombrar a un cónyuge como fiduciario podría consentir a un hijo que ha sido demasiado dependiente de la generosidad de sus padres. Por el contrario, un fiduciariio externo como un profesional bancario puede actuar como asesor experimentado y ejecutará sus deseos imparcialmente cuando se haya ido. Crow declara que la importancia de esta selección no puede pasarse por alto porque el futuro respaldo de su familia puede depender del desempeño de esta persona.
Al diseñar la planificación del patrimonio, es importante prever una variedad de situaciones y dar al fiduciario alguna libertad de acción para adaptarlas, dice Crow. Imaginemos que uno de sus hijos es irresponsable con el dinero; como resultado, le permite solo retirar ingresos (no el total) del fideicomiso. ¿Qué pasaría si se hiriera o enfermara gravemente y no pudiera trabajar? ¿Y si su propia familia dependiera de su ingreso? La planificación del patrimonio probablemente autorizaría al fiduciario a distribuir fondos del total en tales circunstancias.
La planificación del patrimonio cobra otra dimensión para los empresarios. Sin un plan de sucesión apropiado, un negocio podría colapsar rápidamente después del fallecimiento de su propietario, dice Crow. “No solo la familia que dependía del negocio sufre, sino también todos los empleados”. Como resultado, agrega, la planificación de la sucesión del negocio es fundamental para la planificación del patrimonio. Los propietarios de negocios deberían considerar deshacerse del negocio cuando aún están vivos, ya sea que esto signifique transferirlo a los administradores actuales (dentro o fuera de la familia) o venderlo.
Muchas familias tienen objetivos de planificación patrimonial singulares. Una de las mejores herramientas para alcanzar estas metas es un fideicomiso.