Es poco probable que cualquier vivienda obtenga un puntaje prefecto, pero un inspector de viviendas profesional puede ayudar a identificar tanto los problemas menores como los más importantes, tales como:
Suelos: agua estancada, senderos desparejos, árboles muy cercanos a la casa o ramas que se apoyan en ella, caja de fusibles anticuada
Estructura: pisos desparejos, marcos de puertas y ventanas mal encuadrados, cimientos agrietados, salientes desprendidas
Exterior: tierra en contacto con revestimientos; grietas en estuco; revestimiento arqueado, en mal estado o faltante; pintura descascarada o ampollada
Techo: tejas dañadas o faltantes; techos con moho, podridos, en mal estado, arqueados o con parches; ventilaciones obstruidas o sucias; falta de bajadas pluviales; canaletas obstruidas
Ático: empalmes eléctricos no sellados, ventilaciones y aislamientos insuficientes o mal instalados
Ventanas, puertas y molduras: paneles dañados, vidrios rotos, marcos de puertas y ventanas agrietados, uniones mal selladas, falta de contraventanas
Interior: daños por agua o insectos; importantes grietas, manchas, arqueado o esponjosidad del linóleo o del papel tapiz; sistemas de refrigeración, eléctricos, de plomería o calefacción inadecuados; tomacorrientes eléctricos o interruptores que no funcionan; disyuntores o tomacorrientes sin cable a tierra; electrodomésticos que no funcionan; tuberías oxidadas, con pérdidas o desactualizadas; baja presión de agua
Para ver más información en nuestra Guía de mudanza, consulte nuestros Consejos para la inspección de viviendas y revise nuestra Lista de control de costos de cierre vs. costos prepagados antes de buscar el hogar de sus sueños.