Si está analizando vender su empresa, tenga en cuenta sus bienes intangibles, como su lista de clientes, la reputación de su firma y su buen nombre.
Para muchos empresarios, el valor que le dieron a su empresa es más que un orgullo personal: es la puerta de acceso a la jubilación que desean y al legado que esperan dejar a su familia y a su comunidad.
Atravesar esa puerta a través de la venta de su compañía puede ser un proceso complejo. Si el valor de su empresa se limitara a los activos tangibles como edificios, equipos y propiedades, sería fácil determinar su valor con operaciones contables sencillas, dice David C. Johnson, estratega de patrimonio del área de Administración del Patrimonio Privado de Regions. "Las cosas como los equipos y maquinaria por lo general se identifican fácilmente en términos de costos de adquisición y depreciación en los libros de la empresa".
Pero es posible que el valor real de su empresa resida en otras cuestiones menos visibles. Los bienes intangibles pueden ser mucho más difíciles de medir, pero podrían tener mucho más valor que los componentes de su empresa que efectivamente puede tocar.
La realidad de la propiedad intelectual
Para hacer un inventario de su propiedad intelectual, empiece por pensar en las cosas que sabe usted y nadie más. "La propiedad intelectual incluye cualquier cosa desde secretos comerciales hasta regalías que puede estar recibiendo por patentes o acuerdos de licencias", dice Johnson.
Pero Johnson advierte que la propiedad intelectual no mantiene su valor indefinidamente. "Es como en la industria de petróleo y gas, cuando uno obtiene regalías de esto, en algún momento se agotan. El valor va bajando con estas cosas", dice. "Por ejemplo, una patente tiene una vida útil específica, y su valor depende de cuánto tiempo le queda".
Puede ayudar a mejorar el valor de su propiedad intelectual si mantiene un registro detallado, dice Johnson. Mantenga información clara y bien organizada acerca de sus patentes, acuerdos de licencia y otra propiedad intelectual para sus posibles compradores. También recomienda que proteja sus secretos comerciales exigiendo a cualquier persona que los use que firme un acuerdo de no divulgación.
El buen nombre tiene enorme valor
Los aspectos de un negocio que caen en la categoría "fondo de comercio" pueden ser incluso menos tangibles que la propiedad intelectual. Pero pueden tener un valor igual de importante.
"El buen nombre es su reputación", dice Johnson. "Es la propensión de los clientes a regresar". Y, si bien es indispensable, es muy difícil de medir, ya que incluye su reputación por la calidad de servicio, una imagen positiva de su marca, relaciones sólidas con clientes y proveedores y un buen posicionamiento en la comunidad.
Medir el buen nombre de las empresas que cotizan en bolsa es más fácil, porque sus acciones tienden a la suba cuando sube su reputación y a la baja cuando la reputación recibe un golpe, explica Johnson. En el caso de las empresas no públicas, el proceso tiene más matices. Su valor tiene relación con su antigüedad, la constancia en el crecimiento de sus ventas y los márgenes de utilidades. "Cuando llega un experto para tasar su compañía, va a evaluar todas estas cosas", dice Johnson.
En las compañías más pequeñas, la reputación personal del dueño suele estar inexorablemente vinculada a la de la compañía, lo que puede complicar el proceso de valuación. Si un propietario se va, esto puede ser preocupante para posibles compradores en términos del futuro de la empresa. Al planificar una transición, busque formas de mejorar la reputación de la compañía en su totalidad, sugiere Johnson. Eso podría implicar ascender a empleados clave a roles más visibles para los clientes, proveedores y la comunidad.
Ser dueño de una compañía en la que le gusta trabajar a la gente, incluso después de que usted se va, puede mejorar el valor a los ojos de los compradores, dice Johnson. "En este momento hay pleno empleo en los EE. UU., y es necesario mantenerlos atraídos por la compañía". Evalúe beneficios como un plan de compensación diferida no calificada (NQDC), que ofrece a los empleados clave bonos en efectivo a futuro como recompensa y para retenerlos después de la venta, dice Johnson.
Cómo convertir lo intangible en tangible
Dada la complejidad de valuar su empresa, es esencial contar con ayuda de expertos. "Lo que necesita fundamentalmente es un analista de valuaciones certificado (CVA) que esté específicamente capacitado para tasar empresas. Necesita que tenga un valor en el que pueda confiar y que pueda respalda", dice Johnson.
Su equipo de Patrimonio Privado de Regions puede ayudarle a encontrar al CVA, abogado, especialista en impuestos, asesor de fusiones y adquisiciones y a otros especialistas que necesita. "Se trata de un esfuerzo colaborativo que exige la participación de varias disciplinas", dice Johnson. Su estratega de patrimonio puede ocuparse que que todos los expertos estén en permanente comunicación, y que también se comuniquen con usted, antes, durante y después de la venta. De esa manera, los bienes de su empresa, así sean tangible o intangibles, podrán florecer en una venta que beneficie su jubilación y su legado.
Hable con su especialista en relaciones de Regions acerca de lo siguiente:
- El valor de la propiedad intelectual que su empresa haya adquirido o creado
- Cómo puede verse afectado el buen nombre de su empresa con su partida
- Otros factores estratégicos a considerar al preparar su empresa para una venta