¿Es tiempo de un nuevo hogar? ¿O de hacer una renovación?
Anterior

Su familia creció y ya es tiempo de que su vivienda siga los mismos pasos. En situaciones como esta, usted se enfrenta a dos opciones: ¿renovar o mudarse? Ambas pueden ser geniales y extenuantes, así que no existe la alternativa perfecta. Para tomar una decisión con la que esté conforme a largo plazo, observe detalladamente los factores que son más importantes para usted y para su familia.

Hágase estas seis preguntas para saber cuál es su camino correcto.

1. ¿Son ambas opciones viables?

Tanto las reformas como los proyectos que se inician desde cero requieren algún tipo de inversión. Pero si recientemente usted cambió de trabajo o ingresó en una deuda, es posible que no pueda calificar para la hipoteca de una nueva vivienda. Sin embargo, si acumuló una plusvalía del hogar en su vivienda actual, podría calificar para un préstamo o línea de crédito sobre la plusvalía del hogar que puede utilizar para renovar su casa.

Además, es necesario que determine si los reglamentos de zonificación y las escrituras le permiten construir una ampliación o agregar un piso. Esto último también requiere una evaluación exhaustiva de los cimientos de su vivienda para ver si puede soportar el peso agregado y los refuerzos.

2. ¿El valor de su nueva vivienda superará los costos de renovación?

Incluso si no planifica vender su hogar ahora o en un futuro cercano, es útil evaluar el impacto que las mejoras planificadas tendrán en el valor de mercado promedio. Si los beneficios no justifican los costos, considere la posibilidad de centrarse en renovar partes de su hogar que puedan producir una mayor rentabilidad en su inversión, como la cocina o el baño. De cualquier forma, trabaje junto a un agente de bienes raíces o tasador para evaluar el valor de su vivienda antes y después de las renovaciones propuestas para ver el impacto financiero de su remodelación.

También debe analizar el impacto de dicha ampliación o renovación en los impuestos de la propiedad y los costos de mantenimiento del hogar. Si las mejoras incrementarán el valor de la vivienda, es posible que el asesor fiscal reevalúe los impuestos sobre la propiedad. Además, debe calcular el costo de mantenimiento (como en el caso de la refrigeración y la calefacción) sobre una mayor cantidad de pies cuadrados. Dependiendo de sus circunstancias, estos potenciales costos adicionales pueden tener un impacto significativo en su presupuesto mensual.

3. ¿Es el momento correcto para renovar o comprar?

El clima económico también debe influenciar sus decisiones. Si recibió una oferta interesante por su vivienda y la proyección para su área está decayendo, por ejemplo, puede analizar vender y mudarse a un mercado de viviendas más estable. Por otro lado, los contratistas pueden disminuir las tasas en los tiempos difíciles y reducir el costo de las renovaciones que desea realizar.

Examine las proyecciones del mercado de viviendas local y observe qué tipo de crecimiento a corto plazo se prevé para su área antes de decidirse a vender. También puede comparar las cotizaciones de la renovación para fomentar las ofertas competitivas y aumentar su poder de negociación.

4. ¿La renovación de mi hogar satisfará mis necesidades futuras?

Evalúe si la renovación propuesta de su vivienda cumplirá con las necesidades de su familia a largo plazo. ¿Piensa tener más hijos? ¿Puede alguno de sus padres mudarse con usted? Si se necesitarán múltiples proyectos de renovación durante los próximos 10 años, comprar una vivienda que satisfaga las necesidades actuales y futuras puede ser la opción más económica.

5. ¿Cuáles son los riesgos involucrados?

Los inconvenientes, las incertidumbres y los compromisos de tiempo deben incluirse en la ecuación. Si remodela, puede tener facturas de renovación más altas de lo esperado por complicaciones no previstas, demoras en la entrega y costos de almacenamiento de muebles. Puede verse forzado a comer afuera durante las últimas semanas o incluso dormir en un hotel a corto plazo.

Si compra una nueva vivienda, existe el riesgo de que encuentre un comprador para su hogar antes de que seleccione un nuevo lugar o antes de ser aceptado en un plan de financiamiento. Además, puede terminar pagando las hipotecas y otros gastos para ambas viviendas si tarda más de lo esperado en vender. Asimismo, puede descubrir que prefería su antiguo lugar después de haber cerrado el trato.

Para determinar qué riesgos está dispuesto a aceptar, delimite las mejores y peores situaciones hipotéticas de ambas alternativas y luego evalúe las ventajas y desventajas de cada una de ellas. Si una de las dos peores situaciones hipotéticas resulta inaceptable, es mejor optar por la otra alternativa.

6. ¿Qué le dice su corazón?

Su vivienda actual probablemente guarde recuerdos grandiosos. Pudo haber cruzado el umbral después de su boda, marcado las alturas de sus hijos en las puertas, destinado años al cultivo de su jardín o hecho amistades duraderas con sus vecinos. Si su vecindario o su hogar tienen para usted un valor sentimental, no tema incluir ese factor a la ecuación.

También es importante recordar que puede realizar modificaciones en su hogar pero no en los alrededores. Si detesta los viajes para ir a trabajar o el silbido de los trenes cercanos por la mañana, mejorar la vivienda no eliminará esos problemas. Si necesita estar en un nuevo lugar, vale la pena realizar una inversión adicional para mudarse.

Aunque seguramente haya obstáculos en cualquier camino que elija, examinar con honestidad sus prioridades (y sus finanzas) le garantizará llegar feliz a su destino final.

Solicite una hipoteca con Regions hoy mismo¿Necesita ayuda para decidirse? Podemos ayudarlo a encontrar la opción adecuada para usted.

Siguiente