Entérese cómo puede aprovechar al máximo el dinero que gana durante estas décadas de plenitud.
Sus 40 y 50 son un punto crucial en su vida financiera. Estas décadas están repletas de oportunidades para aprovechar los años en los que más dinero ganará para ahorrar más para su jubilación. También son los mejores años para idear la estrategia en cuanto a cómo usará esos ahorros en el futuro.
Le damos cinco consejos para aprovechar estos años de mayor ingreso y sacar el máximo provecho de sus oportunidades financieras para ahorrar más para la jubilación.
1. Calcule sus activos netos
Primero es importante comprender la definición de activos netos. Si bien tener una casa grande y un buen auto puede dar la impresión de riqueza, el patrimonio de hecho se mide comparando lo que tiene con lo que debe.
Una forma fácil de calcular sus activos netos es usar una calculadora en línea de activos netos donde pueda compilar sus activos (casa, cuenta de jubilación, cuentas de ahorros, etc.) y restar sus pasivos (hipoteca, deuda de tarjetas de crédito, préstamos para autos, etc.). El resultado es sus activos netos. Recuerde calcular sus activos netos todos los años, ya que podría cambiar de un año a otro.
2. Elimine su deuda de tarjetas de crédito
Según el informe State of Credit 2019 de Experian, el estadounidense promedio tiene un saldo total de tarjetas de crédito de $6,629. Más allá de simplemente afectar su puntaje crediticio, tener un gran saldo que se traspasa mes a mes e incurrir en intereses equivale a tener gastos que de otro modo podría destinar a sus ahorros y jubilación.
Si tiene una deuda de tarjeta de crédito financiada con varias tarjetas, comience por cancelar la deuda de la tarjeta de crédito que tenga la tasa de interés más alta. Además, identifique los puntos desencadenantes que la llevaron a incurrir en esos cargos en primer lugar y tome medidas para alterar esa conducta.
3. Aumente al máximo sus aportes jubilatorios
Está en una etapa de la vida en que quizás esté destinando bastante dinero a la matrícula universitaria de sus hijos. Pero es fundamental que no relegue sus aportes para la jubilación. De hecho, lo que se recomienda es aumentar sus aporte jubilatorios a partir de los 50 años.
Al 2020, el IRS permite a los particulares aportar hasta $19,500 al año en el plan 401(k) de su compañía y, dependiendo de su situación fiscal, quizás hasta pueda aportar hasta $6,000 a una cuenta de jubilación individual (IRA). Después de cumplir los 50, quizás pueda aportar otros pagos adicionales "para ponerse al día" de $1,000 extra a una IRA y hasta $6,500 extra a un plan 401(k), dependiendo de su plan y su situación fiscal. Al maximizar los aportes jubilatorios tan pronto pueda hacerlo, les dará a esos fondos adicionales más tiempo para incrementarse antes de que se jubile.
4. Evalúe adquirir un seguro para cuidados a largo plazo
Los costos de cuidados a largo plazo pueden socavar drásticamente los ahorros jubilatorios. Según la Encuesta de Costo de Atención de Genworth de 2019, el costo promedio a nivel nacional por una habitación privada en un hogar de ancianos es de $8,517 al mes.
Tener un seguro de cuidados a largo plazo puede reducir significativamente esos costos. Pero, como con el seguro de vida, la cobertura que puede adquirir depende de su salud. Algunos expertos sugieren solicitar un seguro de cuidados a largo plazo a inicio de sus 50 para ver si puede obtener una cobertura. Las aseguradoras también tienen en cuenta nuestra edad, por lo que sus primas probablemente sean más bajas si compra la cobertura antes.
5. Participe en sesiones de planificación financiera
Quizás evite la planificación financiera por no estar familiarizada con sus elementos o componentes, pero ya sea que esté soltera o casada, es crucial que empiece a planificar proactivamente su futuro financiero.
No dude en consultar a profesionales de confianza —como un asesor patrimonial, contador especialista en impuestos y abogado— para que responda sus preguntas y le ayude a formular y reevaluar regularmente su plan de ahorro y jubilación. Es importante tener una relación establecida antes de necesitarla en una crisis, como el fallecimiento de un cónyuge o pérdida de ingresos.
Si aprovecha los conocimientos financieros adquiridos durante sus 40 y 50 estará mejor equipada para adentrarse en la próxima etapa de su vida: la jubilación.
Conozca más sobre incrementar su plan de jubilación, o contacte a un asesor patrimonial para hablar sobre sus necesidades particulares.