El hecho de conocer las cifras puede ayudarle a usted y a su familia a reducir la deuda de préstamos estudiantiles.
Un título universitario es una inversión importante, y endeudarse para poder pagarlo puede incidir en su bienestar financiero — y en sus niveles de estrés — por años luego de la graduación. Las investigaciones actuales pueden ayudarle a ganar más dinero y obtener una mayor satisfacción profesional en el futuro.
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Disminuyen los préstamos universitarios
La buena y quizá sorprendente noticia es que los niveles de endeudamiento por préstamos universitarios están disminuyendo. Entre 2015–2016 y 2020–2021, el porcentaje de estudiantes que se graduaron con una licenciatura en institutos universitarios públicos y privados con deudas disminuyó del 60% al 54%. El monto promedio que estos graduados pidieron prestado también descendió, de $32,100 a $29,100, después de ajustarse según la inflación.
Uno de los principales motivos de la reducción de los niveles de endeudamiento por préstamos se debe a que en la última década se estabilizaron los costos universitarios. La matrícula, las cuotas, el alojamiento y la comida aumentaron solo un 2% en las universidades públicas entre 2012–2013 y 2022–2023 y un 6% en las universidades privadas sin fines de lucro durante ese plazo de 10 años, después de la inflación.
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Aumenta la disponibilidad de becas
El aumento de becas también ayuda a reducir el endeudamiento. Hay el doble de becas por estudiantes ajustadas a la inflación en comparación con hace 20 años—desde $5,190 por estudiante universitario con dedicación exclusiva en 2001–2002 hasta $10,590 en 2021–2022.
Pero muchos estudiantes no aprovechan la ayuda disponible. Un estudio de la National College Attainment Network estima que los estudiantes dejaron de percibir hasta $3.6 mil millones en Becas Pell solo en 2022. Las Becas Pell son solo uno de los diferentes tipos de becas disponibles, lo que sugiere que el monto total disponible en becas que no se utilizaron fue mayor. Según la National Scholarship Providers Association, tampoco es inusual que no se utilicen todas las becas .
Muchas becas, aunque no todas, se otorgan según las necesidades; pero algunas se basan en los méritos. Si completa la Solicitud Gratuita de Ayuda Financiera para Estudiantes (FAFSA) lo antes posible cada año tendrá la oportunidad de conseguir una beca, las cuales suelen otorgarse a quienes primero la soliciten.
La búsqueda por Internet puede ayudar a identificar fuentes de becas, pero de todos modos recurra a la sección de referencia de la biblioteca local, las organizaciones comunitarias y las organizaciones profesionales —especialmente si sabe lo que quiere estudiar.
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Invertir en la universidad suele dar frutos
En todos los aspectos, un título universitario es una inversión rentable para la mayoría de las personas.
En los últimos 20 años, a los estudiantes universitarios que se graduaron con una licenciatura les ha resultado mucho más fácil conseguir trabajo que a los graduados de la escuela secundaria. De hecho, la tasa de desempleo de las personas con al menos una licenciatura siempre ha sido aproximadamente la mitad de la tasa de desempleo de las personas que solo tienen un diploma de escuela secundaria.
Un título universitario también puede aumentar los ingresos con el paso del tiempo de manera considerable—$1.2 millones, según una estimación—en comparación con un título de escuela secundaria. Sin embargo, el hecho de que esta conclusión general aplica a cualquier persona, cuánto más pueda ganar dicha persona si cuenta con estudios superiores, depende de varios factores, como la especialidad, profesión, industria, ubicación, entre otros.
De hecho, el 61% de los graduados universitarios cambiarían de especialidad si pudieran volver a empezar, en algunos casos por alguna pasión en la vida, pero en muchos otros para poder conseguir mejores oportunidades laborales, sueldos y beneficios. Por eso, para muchos estudiantes, vale la pena dedicar tiempo a analizar diferentes especialidades, trabajar medio tiempo, observar de cerca a los profesionales, investigar el panorama de los distintos empleos y recurrir a un asesor de carreras profesionales.
Es posible que todo esto implique costos financieros y puede ser necesario contar con cierta flexibilidad para poder compensarlos. Por ejemplo, los estudiantes podrían asistir a un instituto terciario local y luego cambiarse a un instituto universitario una vez que tengan una idea más clara de su futuro. O podrían ir a una universidad pública estatal en lugar de a una universidad privada, pero con el objetivo de encontrar la carrera adecuada más allá de terminar los cuatro años de estudio. Cualquiera de las dos opciones podría permitirle ahorrar fondos para explorar carreras que pueden resultarle valiosas a largo plazo.
Tres cosas para hacer
- Consulte a Raya Reaves, fundadora y asesora en finanzas de City Girl Savings, sobre cómo administrar los desembolsos de préstamos estudiantiles de manera inteligente.
- Lea sobre cómo vivir y divertirse con un presupuesto de estudiante.
- Escuche un podcast sobre cómo crear un plan financiero para la universidad.
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