¿Debe donarles parte de su patrimonio mientras todavía vive?
Hablar de la muerte es incómodo, y es un tema profundamente personal. Esto puede implicar que para algunas personas buscar asesoramiento e implementar un plan sucesorio resulte difícil. Aunque sea difícil, lo recomendable es tener un plan.
"Hemos enfrentado situaciones en las que un empresario falleció de golpe sin ningún mecanismo financiero ni legal que permitiera a sus seres queridos conservar, comprar o vender la empresa. Este es solo uno de los motivos por los que es importante tener un plan adecuado", dice Dan Bryan, Vicepresidente sénior y gerente de área de Administración de Patrimonio Privado de Regions.
Cuando se trata de una herencia, las personas tienen opciones: donar una porción a sus herederos ahora o esperar hasta su muerte. Más allá de los tiempos, el contribuyente puede renunciar al monto de exclusión, que es de más de $11 millones por persona.
Donar en vida
Como regla general, cualquier donación (como donar una porción de una herencia) es gravable, aunque existen algunas excepciones. Una excepción son las donaciones inferiores al monto de la exclusión anual determinado por el IRS para el año calendario. Las donaciones por cifras iguales o inferiores a este monto no son gravables. Esto significa que no se consideran para el monto de exclusión del impuesto al patrimonio. Los contribuyentes pueden hacer donaciones conforme a la exclusión anual a cualquier cantidad de personas al año, sin que esto afecte su exclusión del impuesto al patrimonio. Los contribuyentes casados pueden optar por hacer una donación dividida, lo que permite al matrimonio que dona en conjunto donar el doble de la exclusión anual, aunque deben presentar el formulario 709 si hacen una donación dividida.
Algunas familias prefieren donar dinero en vida para cubrir necesidades financieras inmediatas, en lugar de esperar a desembolsar el dinero como parte de una herencia.
"Algunos de nuestros clientes quieren colocar fondos en un fideicomiso e invertir en planes de ahorro para educación para colaborar con la educación de sus nietos", dice Bryan, y agrega que en algunos casos se entrega el dinero directamente a la escuela o universidad para cubrir la matrícula.
Se pueden hacer transferencias comparables a centros y proveedores de atención médica por gastos médicos. Las transferencias directas a una institución educativa para costear la matrícula o a un proveedor de servicios médicos para los gastos de atención médica de una persona no se consideran ni para la exclusión anual ni para la exclusión del impuesto al patrimonio.
Elaborar y actualizar su plan sucesorio
Aunque crea que el momento de redactar su testamento y elaborar su plan sucesorio es al final de su carrera laboral, los planificadores financieros sugieren hacerlo mucho antes.
Cuando pasa los 20 o 30 años debe redactar un testamento, incluso si tiene poco bienes. Una vez que se casa y tiene hijos, los testamentos se vuelven más importantes porque especifican a quiénes quiere nombrar tutores de sus hijos.
La acumulación de bienes suele aumentar pasados los 30 años, y luego los 40 y los 50, y quizá surjan necesidades financieras relacionadas con la educación de los hijos, la compra de una vivienda o hasta ayudar a un hijo a iniciar una empresa.
Al llegar a los 60 y 70, debería afinar su plan patrimonial. Revíselo cada determinada cantidad de años para garantizar que siga reflejando sus deseos y circunstancias.
Herencias diferentes por motivos diferentes
"Es difícil saber si existe una manera correcta o incorrecta de administrar una herencia", dice Bryan. Por ejemplo, "Algunas parejas que tienen negocios dicen que no les interesa dejárselo a un familiar, y que piensan venderlo una vez que se jubilen".
Otras familias piensan en dejarlo a cargo de sus hijos para mantener el negocio en la familia. Su asesor legal puede ayudarle a planificar la transferencia de su negocio a la generación que le sigue.
"Puede ser un poblema si no hay un plan patrimonial ni planes de sucesión del negocio" dice Bryan. "Evalúe contar con un equipo de personas que le ayuden con la administracion de su patrimonio privado, servicios de inversión, revisiones de pólizas de seguro y planificación patrimonial y sucesoria".
"Nadie quiere pensar en su partida, porque no es un tema feliz", dice Bryan. "Pero que uno no quiera pensar en la muerte no significa que no deba planificar".
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