Analicemos más profundamente los factores que influyen en la industria de la manufactura en Indiana, desde las interrupciones en la cadena de suministro hasta la automatización.
Con más de 7,000 empresas de manufactura y 93,000 empleos de manufactura que se agregaron desde 2009, no es ninguna sorpresa que a Indiana se lo denomine “el estado que trabaja”. De hecho, más de $100 mil millones de la producción económica de Indiana se basan en la manufactura, y el estado tiene la más alta concentración de empleos de manufactura del país.
Según Sam Issermoyer, gerente de cartera de capitales de Regions Bank, la manufactura en Indiana es próspera debido a, y a veces a pesar de, los cambios en la automatización, la mano de obra especializada y las cadenas de suministros.
Fuerte empleo y diversificación
Desde 2021, Indiana disfruta de una tasa de desempleo del 3.9 por ciento, comparado con el promedio nacional del 6.1 por ciento. Erik Miner, líder del equipo de banca comercial y ejecutivo de mercado de Regions Bank en Indiana, atribuye esta salud financiera a una industria de la manufactura diversificada; esto ha hecho que muchas compañías expandan sus operaciones en el estado, lo que promueve un mayor crecimiento y empleos sólidos en relación con el resto del país. Aunque la industria de la manufactura sufrió una caída durante el pico de la pandemia, datos del Banco de la Reserva Federal de St. Louis y la Oficina de Estadística Laboral de Estados Unidos muestran que los empleos de manufactura en Indiana han prácticamente recuperado las cifras previas a la pandemia: 526,000 trabajadores en 2021, comparado con 539,000 en 2019.
Históricamente, Indiana ha sido reconocido como un centro automotriz; según la Indiana Economic Development Corporation, ocupa el segundo puesto a nivel nacional en producción general automotriz por PBI y cuenta con más de 500 proveedores de autopartes. Sin embargo, a lo largo de las dos últimas décadas, la industria de la manufactura del estado ha sufrido una diversificación masiva que abarca prácticamente todas las facetas, incluido el rubro del acero, los productos farmacéuticos, las sustancias químicas, los equipos de petróleo y combustible, y la industria aeroespacial. Actualmente, el estado es sede de algunas de las compañías de manufactura más importantes del país, incluida Eli Lilly, que tiene más de 10,000 empleados. De hecho, la manufactura avanzada fuera del rubro automotriz ha experimentado un auge en la zona central de Indiana y en todo el estado.
Condiciones económicas competitivas para las compañías
Según Miner y Issermoyer, gran parte del crecimiento de la manufactura en Indiana se puede atribuir al costo relativamente bajo que conlleva hacer negocios en el estado. Con el puesto No. 12 en la lista de “Mejores estados para hacer negocios” de Forbes, las competitivas tasas de impuestos sobre los ingresos corporativos de Indiana, que cayeron a un 4.9 por ciento desde julio de 2021, han ayudado a atraer tanto a firmas nuevas como ya afianzadas.
El estado también es proactivo a la hora de proporcionar subsidios. En plena pandemia de COVID-19, por ejemplo, Indiana ofreció de manera proactiva incentivos y subsidios para apoyar a la industria de la manufactura. “Indiana ha tomado en cuenta los factores influyentes para ayudar a brindar apoyo en todo el espectro”, destaca Miner. “Al hacer eso, están implementando un enfoque más inclusivo, innovador y a largo plazo”. Por ejemplo, el programa Indiana Manufacturing Readiness Grants destinó $4 millones a inversiones en nuevos equipos y maquinarias. Del mismo modo, el programa Economic Activity Stabilization & Enhancement (EASE) de $10 se ocupó de los avances tecnológicos y operacionales de la industria de la manufactura en Indiana.
Mejor calidad de vida para los empleados
La abundancia de universidades de Indiana, incluidas Indiana University Bloomington, Notre Dame y Purdue University, es una atracción para aquellas compañías que buscan un amplio grupo de talentos. El estado también resulta atractivo para aquellos trabajadores que recién inician sus carreras. La sólida base educativa de Indiana, además de una lista de compañías influyentes como Salesforce, Toyota, Subaru e importantes empresas de ciencias biológicas, ofrecen mayores oportunidades de empleo, especialmente para quienes estén interesados en la manufactura de avanzada.
Además de las bajas tasas de empleo y una amplia variedad de empleadores entre los cuales elegir, aquellos trabajadores que se establecen en el estado también pueden disfrutar de un alto estándar de vida. Con un pago promedio por hora de $23.57, tasas de viviendas asequibles, impuestos a la propiedad modestos y una clasificación del índice de costo de vida de 95.3, Indiana resulta un lugar atractivo, no sólo para las empresas de manufactura, sino también para profesionales industriales.
Aunque la automatización en el rubro de la manufactura sigue siendo una preocupación clave para muchos en la industria, Issermoyer afirma que quizás realmente brinde más oportunidades a los trabajadores especializados de Indiana. “Las personas están exigiendo más compensación por el riesgo más elevado”, explica. También destaca que es probable que los trabajos de ingeniería mejor pagos aumenten, así como la necesidad de personas que trabajen con máquinas.
“Indiana no es inmune a lo que está ocurriendo en la industria en general”, resalta Issermoyer, y apunta a la actual escasez de mano de obra que existe en todos los sectores de la manufactura. Agrega que es probable que esta escasez genere más automatización durante los próximos cinco a 10 años, lo que derivará en una mayor necesidad de trabajadores especializados.
La automatización se interrelaciona con otra preocupación importante: interrupciones en la cadena de suministro. Miner comenta, “No se puede hablar con una empresa de manufactura hoy en día sin escuchar sobre dos temas: mano de obra especializada y cadena de suministro”.
El valor de Indiana para la cadena de suministro
Una de las grandes fortalezas de Indiana es su ubicación central. Por ejemplo, Indianapolis queda a tan solo un día de viaje en auto del 60 por ciento de los Estados Unidos contiguos. No sólo las autopistas del estado se ubican en el puesto No.1 del país, también ocupan el puesto No.4 en carga de vagones. Según Indy Partnership, el sistema ferroviario del estado ocupa el puesto No. 7 en volumen para exportaciones NAFTA, un segmento estimado de $16 mil millones.
El resultado es un centro de logística natural en los alrededores de Indianapolis. “La posibilidad de enviar productos y material desde una ubicación central es el motivo por el cual se ve que Amazon, FedEx y otros han establecido sus instalaciones en Indianapolis”, afirma Miner. Y ese crecimiento continúa: en abril de 2021, Apple anunció un centro de distribuciones de $100 millones en Clayton.
Lo que es más importante, esta accesibilidad permite al estado convertirse en un centro estratégico para la continuidad de la cadena de suministro, algo que se volvió sumamente importante tras la pandemia. “Ser capaz de controlar su cadena de suministro será un tema recurrente con el tiempo”, afirma Issermoyer, y destaca que gran parte del foco de la industria de la manufactura a lo largo de los próximos años podría apoyarse en volver a apuntalar un sistema de entrega frágil.
Sin embargo, aunque Indiana pueda cumplir con las entregas, es vulnerable a las interrupciones continuas. “Existen fabricantes de resortes que no reciben sus piezas y no pueden trasladar esto a los fabricantes del rubro automotriz”, explica Issermoyer.
La crisis financiera de 2008 también ha dejado un impacto duradero en la cadena de suministro del estado. Issermoyer resalta que debido a que muchos proveedores de metal común y madera dejaron de operar durante ese período, los que sobrevivieron se muestran conservadores y reacios a incrementar la capacidad. “Hay una demanda desenfrenada en el mercado; es como una resortera congelada”, comenta.
Aún así, Indiana puede beneficiarse a partir de las vulnerabilidades en la cadena de suministro con las que muchos otros estados están luchando. “Las cadenas de suministro llegan a un punto muerto y una demora lleva a otra, lo que genera complicaciones”, explica Issermoyer. “Como consecuencia, las compañías están reconsiderando las cadenas de suministros con el fin de mantenerlas cerca, lo que será una buena señal para las compañías de Indiana.”
El futuro de la manufactura en Indiana
Según McKinsey, las enormes contribuciones económicas y la producción cada vez mayor de la manufactura a lo largo de los últimos 20 años pudo promover una recuperación a largo plazo de EE. UU. Sin embargo, las acciones estadounidenses del PBI de manufactura global y las ventas brutas han disminuido durante el mismo período, lo que derivó en algunos avisos de inversiones a realizar “ahora o nunca” en la industria.
Esta es un área donde Indiana ya se sitúa a la cabeza y el negocio está prosperando como resultado. Issermoyer comenta, “Si conduce por la I-65 o cruza la I-70, no podrá evitar notar la cantidad de depósitos y negocios nuevos que hay”. Y, al mismo tiempo, se espera que la actividad de manufactura permanezca alta. Sin embargo, el mercado de mano de obra se está reduciendo, así que el foco de Indiana se trasladará a la recuperación de las personas en la fuerza laboral, especialmente a medida que crece la automatización.
“Ese es el mayor problema: resolver ese rompecabezas”, afirma Issermoyer. “La automatización llegó y va a seguir aumentando”.
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