Aportar acciones y otros activos cuyo valor aumentó puede beneficiar a una organización filantrópica incluso más que donarle un cheque.
"Las personas hacen donaciones de caridad porque se apasionan con una causa o una organización", dice Jeff Winick, vicepresidente sénior y estratega sénior de patrimonio del área de Administración del Patrimonio Privado de Regions. Pero el efectivo no es u única opción si le interesa la filantropía.
Donar bienes que no sean efectivo puede mejorar el valor de la donación. El efectivo puede ser el método menos fiscalmente eficiente de apoyar una causa de caridad, dice Winick.
Al donar activos apreciados, como obras de arte, otros objetos coleccionables, valores, participación en bienes raíces o, en algunos casos, participación en ciertas empresas, en lugar de efectivo, la organización de caridad también se beneficia de cualquier aumento en el valor con respecto a lo que usted pagó por el activo, y ese valor extra no se ve diluído por los impuestos.
Imagine que compró una pintura por $100, que hoy tiene un valor de $1,000. Si vendiera la pintura para donar el efectivo a una obra de caridad, debería pagar impuestos sobre la ganancia de capital de $900. Su donación total sería por menos de $1,000. Pero si donara la pintura directamnte, sería una donación por un valor de $1,000, y usted se evitaría el pago de los impuestos por ganancias de capital sobre la apreciación de $900 de la obra.
Por eso es importante tener una estrategia sensata con respecto a los impuestos: cada dólar que no se usa para pagar impuestos es un dólar que puede usar para apoyar su causa.
Además, por lo general puede deducir el valor actual de mercado de una donación, aunque el IRS impone ciertos límites si el valor de una donación supera determinado porcentaje de sus ingresos brutos ajustados. El IRS ofrece explicaciones y recursos para ayudarle a determinar si su donación es elegible.
Designar una obra de caridad u organización sin fines de lucro como beneficiaria de sus cuentas de jubilación individual (IRA, 401(k) u otra cuenta de jubilación con impuestos diferidos) también puede aumentar su impacto filantrópico. "Si tiene previsto hacer una donación de $250,000 a su universidad como parte de su plan de patrimonio, tomar los fondos de un plan 401(k) puede ser el mejor uso para la cuenta", dice Winick, porque ni el patrimonio ni la escuela tendrán la carga fiscal del impuesto a las ganancias.
Si cumplió 72 años después de 2020 y debe comenzar con las distribuciones mínimas obligatorias anuales de su IRA, puede coordinar una transferencia desde su IRA directamente a una organización de caridad para cumplir con esa distribución. Esto se conoce como distribución de caridad elegible (QCD, en inglés). Estas donaciones tienen ciertas restricciones y condiciones, así que lo recomendable es que consulte en el sitio del IRS o a un profesional de impuestos para tener la información más actualizada.
Por último, también puede evaluar un fideicomiso caritativo remanente. Estos fideicomisos permiten generar una fuente constante de ingresos para usted a lo largo de su vida y una donación a una organización de caridad al momento de su fallecimiento. También puede revertir la estructura de ese fideicomiso para que sus ingresos vayan a la obra de caridad y el remanente a sus beneficiarios.
Conozca más acerca de los diferentes tipos de fideicomisos de caridad para saber cuál puede ser la mejor opción para usted.