Los fideicomisos pueden ayudarlo a hacer que la educación de un ser querido sea parte de su estrategia patrimonial.
Un buen plan patrimonial le dará la tranquilidad de saber que sus activos continuarán ayudando financieramente a sus seres queridos cuando usted ya no pueda hacerlo. Para muchas personas, eso incluye ayudar a las futuras generaciones con los costos de la universidad, incluidos libros, útiles y los gastos diarios.
“La incorporación de ahorros para la universidad en un plan patrimonial puede reducir la carga financiera para las familias y los hijos”, señala Callie Morgan, planificadora de Patrimonio Privado en Regions Bank. “Hay vehículos específicamente diseñados para la educación superior que pueden ayudar a reducir el estrés financiero de los padres que intentan resolver cómo van a pagar la universidad y cómo van a jubilarse”.
Hay muchas formas de incorporar la planificación universitaria en un plan patrimonial, pero una estrategia poderosa es el uso de fideicomisos. Al hacer que un fondo universitario sea parte de un fideicomiso más amplio para su plan patrimonial, puede obtener ventajas, como un mayor control de las distribuciones de fondos para gastos no relacionados con la matrícula sin penalización, mayor flexibilidad al finalizar los estudios y opciones de inversión más amplias.
¿Aún no está seguro de incluir un fideicomiso en su plan patrimonial para pagar la educación? Siga leyendo para obtener respuestas a preguntas comunes sobre fideicomisos y planificación educativa.
¿Qué es un fideicomiso?
Un fideicomiso es una entidad legal que posee o gestiona activos en nombre de una persona, varias personas o una o más organizaciones. Cuando crea un fideicomiso y designa a beneficiarios, deja de ser el propietario de los activos que pone en él. Puede actuar como fiduciario y administrar el fideicomiso usted mismo o designar un fiduciario —ya sea un familiar o un fiduciario corporativo— que puede administrar el fideicomiso por usted en pos de lo más conveniente para los beneficiarios. El fiduciario conserva el control de los activos hasta su distribución a los beneficiarios.
Los fideicomisos le permiten determinar cómo se distribuye el dinero, a quiénes y cuándo. Los fideicomisos también ofrecen la oportunidad de establecer designaciones claras para una parte de los fondos dentro de un grupo más grande, lo que los convierte en una herramienta útil cuando se trata de gestionar el financiamiento de los costos universitarios en sus finanzas en general, incluidas sus metas patrimoniales y de transferencia del patrimonio.
¿En qué se diferencian los fideicomisos de los planes 529 para el financiamiento de la educación?
Cuando se trata de planificar para la educación, los planes 529 son un vehículo de ahorro popular con ventajas impositivas que muchas personas utilizan. Estas herramientas tienen varios beneficios, entre ellos que son sencillos y fáciles de establecer. Los activos en un plan 529 aumentan libres de impuestos, y usted no paga impuestos sobre los retiros si se utilizan para gastos educativos calificados como la matrícula, cargos y libros. También puede “anticipar” los fondos de los planes 529, lo que significa que puede hacer donaciones no gravadas por valor de cinco años ($18,000 por año en 2024) por adelantado. Tenga en cuenta, no obstante, que si la cuenta 529 tuviera fondos de más, se aplica una penalización del 10% por las distribuciones que no se utilicen para gastos educativos calificados. Cambios recientes en las leyes le permiten pasar hasta $35,000 de fondos no utilizados de planes 529 a una cuenta IRA Roth para el beneficiario.
Si bien los fideicomisos no ofrecen la opción de la anticipación, usar su exclusión anual para proporcionar fondos para un fideicomiso en lugar de un plan 529 deja la puerta abierta a otras estrategias de planificación patrimonial en conjunto con el fideicomiso. Esto es particularmente beneficioso para familias con patrimonios muy elevados. Asimismo, a diferencia de las cuentas 529, el exceso de fondos no es un problema para los fideicomisos.
Los fondos no utilizados para gastos de educación calificados pueden distribuirse sin penalización. Si su hijo no cursa estudios superiores o dispone de dinero en la cuenta una vez finalizados los estudios, los fondos sobrantes pueden utilizarse para cualquier cosa, incluido el pago inicial de una vivienda o la puesta en marcha de un negocio. Además, los fideicomisos le permiten tener múltiples beneficiaros de manera simultánea, mientras que un plan 529 solo permite tener un beneficiario a la vez. Por último, los fideicomisos ofrecen protecciones contra acuerdos de divorcio, acreedores y reclamaciones legales.
Una posible desventaja del uso de los fideicomisos para ahorros para la universidad es que a menudo cuentan como parte de los activos del estudiante, lo que podría inducir a las universidades a reducir sus ayudas financieras. Por otro lado, los planes 529 por lo general cuentan para los activos de los padres, en lugar de los del estudiante, lo cual minimiza el impacto en la Solicitud gratuita de ayuda federal para estudiantes (FAFSA) del estudiante.
¿Puedo tener un plan 529 dentro de un fideicomiso?
Sí. Muchos planes 529 permiten que un propietario contingente se haga cargo en caso de que el propietario no pueda administrar el plan. Nombrar a un fideicomiso como un propietario contingente puede funcionar para abuelos que desean la tranquilidad de saber que sus deseos serán cumplidos por su fiduciario. Sin embargo, los planes 529 solo pueden tener un beneficiario a la vez, por lo que es posible que deba tener especial cuidado si el fideicomiso tiene varios beneficiarios.
¿Cómo establezco un fideicomiso?
Dado que los fideicomisos son entidades legales, debería consultar a un abogado especializado en planificación patrimonial para asegurarse de que el documento legal se alinee con sus deseos. Este profesional puede trabajar con su planificador financiero y consejero de impuestos para idear la mejor estructura del fideicomiso para su situación. Juntos, usted y su equipo pueden determinar la mejor estrategia de inversión para el fideicomiso y designar un fiduciario para administrarlo.
Morgan recomienda que también hable sobre el fideicomiso con el beneficiario cuando haya alcanzado una edad apropiada y se lo presente a sus asesores.
“Por lo general, es mejor seguir adelante y crear esa relación con la próxima generación y el equipo de asesoramiento financiero para que puedan entender qué es un fideicomiso y cómo funciona”, señala.
¿Qué tipo de fideicomiso debería usar para la planificación educativa?
Varios tipos diferentes de fideicomisos pueden funcionar si su meta es financiar estudios. El fideicomiso correcto para usted dependerá de su situación financiera, sus metas y su plan patrimonial general, pero a continuación echamos un vistazo a los más comunes:
- Fideicomisos otorgantes. Estos fideicomisos se coordinan bien con otras estrategias de planificación patrimonial al permitir que el otorgante aproveche su exclusión anual tanto para ahorros para la universidad como para la planificación patrimonial. Esta estructura proporciona una manera flexible y eficiente en materia de impuestos para financiar la educación de un hijo al tiempo que mantiene los activos fuera del patrimonio del hijo, lo que ofrece tanto control como seguridad financiera a largo plazo.
- Fideicomisos de sección 2503(c). Estos fideicomisos se crean para dar al fiduciario control sobre el dinero hasta que el beneficiario cumpla 21 años, lo que le permite a un padre o abuelo asegurarse de que el dinero se utilice para gastos de educación. Las donaciones a estos fideicomisos también califican para la exclusión anual de impuestos sobre la donación. Estos fideicomisos, no obstante, requieren que un abogado elabore un documento de fideicomiso, lo que aumenta los costos de creación. Asimismo, se consideran un activo del hijo para los fines de la ayuda financiera.
- Fideicomisos de Exclusión para la Salud y la Educación (HEET). Puede usar un HEET para pagar los gastos médicos y de educación de sus nietos o sus descendientes. Si financia un HEET mientras aún vive, es un fideicomiso irrevocable, por lo que los activos que financian el fideicomiso no se consideran parte del patrimonio del donante. Sin embargo, los HEET requieren que al menos un beneficiario sea una organización de beneficencia.
Conclusión
Incorporar fondos universitarios para su próxima generación en un fideicomiso o un plan 529 puede ayudarlo a reducir su carga fiscal y, al mismo tiempo, hacer frente a los gastos de educación de sus descendientes. Consulte a un profesional financiero para determinar qué vehículo es una estrategia más apropiada para su plan financiero general.
Hable con su asesor patrimonial de Regions acerca de:
- Cuánto debería ahorrar para las necesidades educativas de su familia.
- Si un fideicomiso podría ser adecuado para sus metas de ahorro para la universidad.
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