Si usted es una de los 76.4 millones de personas de la generación posguerra jubilada o a punto de jubilarse, es posible que esté pensando en mejorar su vivienda para poder disfrutarla más. Después de todo, va a pasar mucho más tiempo allí.
Pero si planifica "envejecer en su lugar", es decir, pasar su jubilación en su propia casa en lugar de en un centro para jubilados, las mejoras en el hogar pueden ser una gran oportunidad no sólo para que su casa sea más moderna, sino también segura y funcional para usted a futuro.
Son pocas las viviendas que se construyen teniendo en mente a los jubilados, por eso si está realizando mejoras en el hogar en este momento, considere agregar mejoras que lo harán sentir más cómodo el día de mañana. Aquí le mostramos cuatro de las mejoras de accesibilidad más importantes a tener en cuenta.
1. Entradas más amplias
"Cuando envejecen, las personas suelen necesitar andadores o sillas de rueda", dice Susan Luxenberg, fundadora y presidenta de HomeSmart, una consultora radicada en Florida que se especializa en el diseño universal y en las modificaciones de accesibilidad. Como pasar por las entradas angostas es dificultoso, ella recomienda reemplazarlas por entradas más amplias.
Aunque esto generalmente requiere que su contratista amplíe la entrada y reemplace la puerta, una opción más simple y económica es cambiar las bisagras estándares por otras que giren totalmente. "Esto permite que la puerta se desplace en toda la jamba para quedar totalmente contra la pared", explica Luxenberg. De esa forma, puede ganar 4 pulgadas de apertura".
2. Baños accesibles
"El baño probablemente sea el área menos segura en una vivienda estándar para una persona que envejece", dice Luxenberg. Esto se debe a que los baños tienen superficies resbaladizas y barreras físicas que pueden generar caídas y otras lesiones.
Para que los baños sean más accesibles, ella recomienda:
- Reemplazar los inodoros estándares por otros de altura confortable que son fáciles de colocar y quitar para las personas con rodillas débiles, dolor de espalda o problemas de equilibrio
- Instalar azulejos para pisos antideslizantes o colocar una cobertura antideslizante a los azulejos existentes, con el fin de evitar caídas
- Cambiar las bañeras y duchas con bordes por duchas sin bordes, cuyas bases tengan pisos para baños al ras para que no tenga que subir un escalón al entrar a la ducha
- Agregar barras de agarre en las duchas para lograr mayor equilibrio.
3. Cocinas accesibles
"El problema más grave de las cocinas es que muchas personas tienen que pararse en tarimas para llegar a las alacenas de más arriba, o tienen que agacharse para agarrar ollas y sartenes", explica Luxenberg. Ella sugiere instalar un gabinete de fácil acceso que elimine la necesidad de estirarse o agacharse.
Las opciones incluyen:
- Estantes desplegables que se bajan mecánicamente al nivel de la encimera desde gabinetes internos con solo presionar una palanca
- Gavetas de extensión completa que se deslizan por completo para que pueda llegar a los artículos ubicados en el fondo
- Estantes corredizos para extraer las ollas y cacerolas desde los gabinetes más bajos
- Estantes emergentes que le permiten almacenar los artículos electrónicos de la cocina, como batidoras de base, en los gabinetes más bajos, y luego elevarlos a la altura de la encimera cuando los necesite
También puede evaluar la posibilidad de dejar espacios más amplios entre los gabinetes y las islas para que entren los andadores y sillas de rueda, colocar encimeras de múltiples alturas en toda la cocina para preparar comida estando parado o sentado, e instalar una luz adicional para cocinar con mayor seguridad.
4. Escaleras más seguras
Las escaleras son otra situación peligrosa para las personas mayores, dice Luxenberg, y agrega que las escaleras de interiores y exteriores deben tener barandillas en ambos lados, así como luces a nivel del piso. "Hay luces en el mercado que funcionan a batería y se instalan en las paredes", dice. "Puede colocarlas en las escaleras para que lo acompañen cada vez que sube y baja".
Incluso si no necesita esas mejoras en este momento, se alegrará de tenerlas si las necesita más adelante.
"Algunas personas pueden desarrollar dificultades para doblar o levantar las piernas a partir de los 60 años y otras desde los 90", dice Luxenberg. "Antes o después, sin embargo, todos afrontamos las mismas debilidades físicas a medida que envejecemos. Por eso es importante adaptar nuestras viviendas si pensamos seguir viviendo en ellas".