Toda transacción que involucra el cambio de monedas supone el riesgo de costos inesperados o pérdidas financieras por el continuamente fluctuante valor del dólar estadounidense. Es fundamental que los propietarios de negocios y operadores conozcan su riesgo y tengan planes para administrarlo de manera efectiva.
Toda transacción que involucra el cambio de monedas supone el riesgo de costos inesperados o pérdidas financieras por el continuamente fluctuante valor del dólar estadounidense. Es fundamental que los propietarios de negocios y operadores conozcan su riesgo y tengan planes para administrarlo de manera efectiva. Incluso las compañías que solo operan en dólares estadounidenses a nivel internacional deben afrontar el riesgo que supone la tasa de cambio de divisas, ya que ese costo ya está incorporado al precio de las mercancías.
¿Su compañía se enfrenta al riesgo del cambio de divisas? Si es como muchos otros propietarios de negocios, su respuesta inicial puede ser: "No, porque solo efectúo compras y ventas internacionales en dólares estadounidenses".
La realidad, sin embargo, es que usted está vulnerable al riesgo del cambio de divisas si su respuesta a cualquiera de estas preguntas es "sí":
- ¿Su firma radicada en los EE. UU. compra materia prima y bienes terminados, o tiene proveedores fuera de los Estados Unidos?
- ¿Vende sus productos a nivel internacional?
- ¿Es una subsidiaria estadounidense de alguna compañía matriz extranjera?
- ¿Su compañía estadounidense tiene oficinas o realiza operaciones en el exterior?
- ¿Alguna vez compra equipos fuera de los EE. UU.?
Si su respuesta a al menos una de estas preguntas fue "sí" y aún no administra los riegos conocidos o desconocidos, es posible que deba afrontar costos inesperados o pérdidas financieras si el dólar estadounidenses fluctúa en la dirección incorrecta en relación a la divisa extranjera.
El aumento del dólar reduce la competitividad de las exportaciones
Siempre que se produce una transacción internacional, existe la posibilidad de que la tasa de cambio se modifique entre la fecha de la transacción y la fecha en que se efectúa el pago de las mercancías. Aparte de aumentar posiblemente los costos de manera inesperada o reducir las ganancias de su compañías, el riesgo del cambio de divisas podría abarcar otras dimensiones. Por ejemplo, si sus productos vendidos en el exterior se cotizan en dólares estadounidenses, todo aumento en el valor de dicha moneda podría hacer que sus mercancías sean más costosas (y menos atractivas) que si estuvieran cotizadas en la moneda local.
Si no se toma cierto tipo de protección contra los cambios en las tasas del cambio de divisas, usted estará prácticamente apostando con tasas de cambio impredecibles, lo que agrega un riesgo innecesario a tantos otros riesgos que pueden evitarse. Por suerte, es fácil eludir los riesgos básicos del cambio de divisas.
"Si vende al exterior de modo contractual, es bastante simple realizar contratos futuros que coincidan con las fechas del pago que allí figuran", dice Michael Zelickson, director de Cambio de Divisas en Regions Bank.
La facturación doble puede ahorrar dinero
Supongamos que compra un equipo en el extranjero. En lugar de simplemente aceptar una factura en dólares, que podría estar inflada por un proveedor extranjero para protegerse contra las fluctuaciones de la moneda, usted puede solicitar una facturación doble, la cual determina el costo de los bienes tanto en la divisa extranjera como en dólares estadounidenses.
"Con la estrategia de facturación doble, podemos ayudarlo a determinar cuáles podrían ser los ahorros con esa divisa extranjera y cubrirse", dice Randy Lambeth, director administrativo, Gestión de Riesgos Financieros, Regions Bank. "Hemos sido testigos de grandes ahorros en reiteradas ocasiones, lo que indica que esta puede ser una estrategia efectiva para las necesidades de compras extranjeras excepcionales".
El promedio de costo en dólares mantiene la estabilidad
Otro enfoque para la cobertura de riesgos, según Lambeth, es el promedio de costo en dólares. Divida sus obligaciones de pagos regulares en trimestres y cubra los costos del trimestre más cercano, lo que quizás cubra el 80 por ciento del riesgo cambiario, mientras que un 20 por ciento queda flotante (sin cobertura). A medida que se acerca cada trimestre, aumente el monto cubierto desde un 40 por ciento a una cobertura del 60 por ciento en dos trimestres, dejando un trimestre afuera, y al 80 por ciento en el trimestre más cercano. Esta estrategia fija y rutinaria de cobertura de riesgos mantendrá la estabilidad y predictabilidad, lo que aliviará las preocupaciones sobre los movimientos impredecibles en la moneda extranjera.
La conclusión es que debemos entender que toda transacción que involucre el cambio de divisas conlleva cierto riesgo. Y, a menos que intente tomar una posición activa, usted está apostando a que la tasa cambiaria se moverá a su favor. Por el contrario, es prudente administrar ese riesgo.
Para obtener más información, comuníquese con su gerente de relaciones de Regions Bank, quien puede contactarlo con el equipo de cambio de divisas del banco.