Lo que debe saber acerca de los fondos que buscan brindar una rentabilidad "con buenas intenciones"
Muchos de los adultos jóvenes de la actualidad quieren que sus inversiones impliquen algo más que rentabilidad financiera. Ellos quieren respaldar a las compañías que compartan sus valores personales, aquellas que sean beneficiosas desde el punto de vista ético. ¿Le suena familiar? Entonces tenga en cuenta las "inversiones de responsabilidad social" o SRI (por sus siglas en inglés).
Dichas inversiones son fondos mutuos o fondos negociados en bolsa que buscan brindar valores sociales mientras obtienen una rentabilidad financiera competitiva. Los fondos compran acciones en las compañías que aprobaron utilizando criterios específicos de acuerdo a su misión de responsabilidad social. Han adquirido popularidad en los últimos años: según la Fundación SIF de los EE. UU., una organización que realiza un seguimiento de las inversiones de responsabilidad social, se invirtió alrededor del 18% por ciento de los activos estadounidenses, o $6.6 billones en SRI en 2014.1
Si bien las inversiones de responsabilidad social ciertamente pueden retribuir a sus inversores con ese sentimiento de bienestar, no todas se constituyen de la misma manera.
Tipos de inversiones de responsabilidad social
Los fondos SRI tienen una historia de décadas. Tradicionalmente, se invierten en compañías con líneas de negocios que evitan ciertos tipos de "vicios", como el tabaco, el alcohol y las apuestas, o controversias, como la Sudáfrica de la era del apartheid. Posteriormente, sin embargo, el universo de los SRI se ha matizado más. Por ejemplo, los fondos pueden crear sus carteras en torno a compañías que obtuvieron reconocimiento por tener una cultura en el lugar de trabajo ejemplar, se comprometen con las sostenibilidad ambiental o sostienen ciertos valores religiosos.
Tendencias de rendimiento
Dejando de lado los valores, múltiples estudios han demostrado que las carteras de SRI pueden sustentarse bien en comparación con el rendimiento del mercado de acciones más amplio. Un estudio realizado en 2005 por un profesor de finanzas de Santa Clara University descubrió que dos índices de SRI tuvieron un mejor rendimiento que el índice de S&P de 500 correspondiente al período de 10 años entre enero de 1995 y abril de 2004. Sin embargo, el estudio demuestra que los índices de SRI tendieron a mejorar durante el auge económico de fines de la década de 1990 pero se estancaron durante la quiebra registrada a principios de la década del 2000.2 Habiéndose dicho esto, los fondos de SRI tienen sus propias estrategias de inversión y una diversa variedad de acciones, por eso sus rendimientos varían ampliamente.
Elegir sabiamente
Con cientos de fondo mutuos y fondos fiduciarios cotizados en bolsa destinados a las inversiones de SRI, ¿cómo hace para encontrar la opción ideal para usted?
Puede comenzar con un comparador de fondos, como el comparador de fondos premium en Morningstar.com, que clasifica el sector como "fondos de conciencia social". Morningstar incluyó 486 de estos fondos mutuos (y otra docena de fondos fiduciarios cotizados en bolsa) en su banco de datos. El comparador de fondos puede clasificar los fondos y calificarlos según una amplia variedad de preferencias personales, como índices de gasto, desempeño anterior, índice de crecimiento de ganancias, riesgo, rendimiento, antigüedad de directivos, concentración de activos o el énfasis geográfico de su cartera. Seleccione cualquier fondo y podrá ver muchas de las acciones específicas que posee para determinar si se alinean a sus valores.
Su asesor de patrimonio de Regions puede contactarlo con un gerente de cartera de Regions, quien podrá ayudarlo a determinar de qué forma la inversión de responsabilidad social se adapta a su plan financiero total y a seleccionar los fondos que reflejen sus valores personales.
1Fundación SIF de los EE. UU., Tendencias de Inversiones de Impacto, Responsabilidad y Sostenibilidad de los EE. UU. 2014. 2Statman, Meir, Santa Clara University, Índices de responsabilidad social: composición, rendimiento y errores de seguimiento, mayo de 2005.