El proceso de transición hacia su jubilación puede ser abrumador y desorientarlo, pero un plan financiero detallado puede ayudarle a que atraviese el cambio de manera cómoda.
El cambio de la fase de trabajo y ahorro de su vida a la fase de jubilación y gasto puede ser una montaña rusa emocional y financiera. Y el tiempo inmediatamente alrededor de ese cambio puede poner a prueba incluso al inversionista más experimentado.
Muchas personas se sienten perdidas cuando inician el proceso de transición para jubilarse. Se encuentran con que tienen que resignar su identidad profesional, además de sus ingresos mensuales. Al mismo tiempo, las exigencias financieras de jubilarse pueden ser duras de entender. Muchas personas se sienten inquietas frente a las inversiones antes de jubilarse y quieren tener todos su dinero a mano y lejos de inversiones como acciones, para guardar todo en la seguridad de una cuenta bancaria y en bonos, dice Tracey Armitage, Gerente regional de Administración de Cartera de Regions.
"No necesitará todo su dinero el día en que se retire; lo irá retirando lentamente en el transcurso de entre 20 y 40 años", señala ella. Es por eso que tratar de eliminar todos los riesgos en su cartera antes de la jubilación puede crear sus propios riesgos. En particular, es posible que los retornos de su inversión no sigan el ritmo de la inflación, lo que disminuye su poder de adquisición a medida que pasan los años.
Entonces, ¿cómo puede transitar la transición hacia la jubilación sin perder el camino?
Planifique con anticipación y con frecuencia
Lo más importante es empezar a crear un plan para la transición a su jubilación con al menos cinco a 10 años de anticipación, dice Travis LeMonte, un ejecutivo regional de Administración de patrimonio privado de Regions.
La planificación temprana le da tiempo para ponerse al día (o ajustar su fecha de jubilación) si su estrategia de ahorro e inversión es inadecuada para la jubilación que desea. También le permite comenzar a invertir en diferentes tipos de cuentas (impuestos, libre de impuestos e impuestos diferidos) que le darán más flexibilidad en la jubilación.
La planificación también es una oportunidad para comenzar a pintar los detalles de su imagen de jubilación. ¿Cuándo y dónde se jubilará? ¿Desea que su casa sea pagada o puede manejar una hipoteca o un alquiler? ¿Qué planea hacer, viajar, jugar al golf u ofrecer su tiempo? Sumergirse en estos detalles lo ayudará a crear un plan de inversión y gastos a largo plazo, y puede aliviar el impacto del cambio al hacer que esta nueva vida sea más familiar; al menos sobre el papel.
LeMonte señala que la planificación no es un acontecimiento único. Después de elaborar un plan, debe revisarlo al menos una vez al año. "Es como ir al médico para un examen físico anual. Debe asegurarse de abordar todo lo que haya cambiado durante los últimos 12 meses".
Evalúe el nivel de estrés que puede soportar
Una de las razones por las que las personas tienden a invertir de forma demasiado conservadora al momento de la jubilación es que les preocupa lo que podría significar para ellos una recesión del mercado. Como saben que sería difícil volver a trabajar en tal situación, simplemente no quieren correr ningún riesgo con sus inversiones.
"Pero otro enfoque podría ser evaluar el nivel de presión que puede soportar su cartera", dice Armitage. Para hacer esto, primero debe determinar la diferencia entre sus fuentes confiables, que son sus ingresos fijos de jubilación, como la pensión y el Seguro Social, y el monto que tiene previsto gastar. La mayoría de las personas deberían prever gastar tanto como lo hacen ahora, ya que las compras y los viajes a menudo reemplazan los gastos de trabajo.
En esa brecha (entre sus gastos y su ingreso regular) es donde entra en juego su cartera de inversiones. Así que ahora evalúe esa cartera y vea el impacto que podría obtener de un mercado en baja prolongado, y si aún así le proporciona los ingresos mensuales que necesitará. Al mismo tiempo, vea cómo le serviría esa misma cartera en una cartera conservadora de bajo riesgo y baja rentabilidad, teniendo en cuenta la inflación. Armitage también sugiere que considere el "riesgo de longevidad", o qué pasaría con su plan si vive mucho más de lo que espera.
Estas pruebas deben ayudar a garantizar que esté asumiendo un margen de riesgo que le permita que su cartera siga creciendo lo suficiente como para financiar sus objetivos, en casi todas las condiciones del mercado, pero sin asumir más riesgos de los necesarios. También debería calmar sus temores de inversión, permitiéndole seguir con su estrategia de inversión inteligente incluso en mercados difíciles.
Reduzca su carga fiscal con sus retiros
En una situación ideal tendrá varios tipos de cuentas para cuando le llegue el momento de jubilarse, como cuentas IRA o 401(k), Roth IRA y cuentas gravables. Cuando comience a extraer dinero para su vida diaria, es importante estar atento a en qué cuenta está el dinero que extrae para poder administrar su carga del impuesto a los ingresos. Después de todo, no se trata de cuánto tiene, sino de cuánto conserva una vez que le pagó al Tío Sam.
En los años en los que gastará más (para comprar una casa de vacaciones o financiar la boda de su hijo) querrá recurrir a Roth IRA, que proporciona retiros libres de impuestos. En los años en los que gaste menos, puede sacar más de cuentas con impuestos más elevados, ya que probablemente siga estando en una categoría impositiva menor.
Sea sensato y flexible a la vez
La vida le da sorpresas. Eso no significa que deba abandonar su plan, pero quizás quiera ajustarlo. Si ocurre algo importante (se divorcia, cae el mercado o le diagnostican una enfermedad grave) busque a sus asesores de inmediato.
"Si se adelanta a las sorpresas, solo debe ajustar los detalles, lo que es mucho más fácil", dice LeMonte. "Es importante ser proactivo y no reactivo."