Prepararse para afrontar distintas situaciones puede ayudar a los consultorios a prosperar a pesar de las alteraciones.
La sabiduría convencional sostiene desde hace tiempo que la salud es un sector "a prueba de recesiones". Hasta 2020. Las alteraciones sin precedentes creadas por la pandemia instigaron una serie de desafíos financieros y logísticos que los proveedores de atención médica tuvieron que afrontar.
"La era pospandémica ha sido difícil para los proveedores de atención médica", dice Mike Mauldin, director del grupo especializado en la industria de la salud de Regions Bank.
A pesar de estos desafíos, Mauldin cree que los proveedores de atención médica aún pueden atravesar aguas agitadas desde el punto de vista financiero y avanzar, sin dejar de ofrecer una atención de alta calidad a los pacientes. La clave está en una planificación prudente que contemple un abanico de posibilidades y empiece por ser consciente de las tendencias del sector.
Panorama financiero
Aunque los proveedores muchas veces experimentan diferentes desafíos dependiendo de su geografía y especialidad, a muchos les resultó difícil operar bajo las recientes restricciones financieras, dice Mauldin. Por ejemplo, justo cuando el volumen de pacientes empezaba a recuperarse de los mínimos de la pandemia, la escasez de mano de obra dificultó a algunos proveedores satisfacer las necesidades de los pacientes que habían pospuesto procedimientos de carácter optativo. Las tasas de reembolso, por su parte, no acompañaron los aumentos de costos relacionados con la inflación.
Los proveedores tuvieron que hacer frente a estos problemas mientras se agotaban las ayudas del gobierno federal. La Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por Coronavirus (CARES) aportó $175 mil millones a los proveedores de atención médica, mientras que los préstamos del Programa de Protección de Salarios (PPP) también supusieron un alivio para los pequeños y medianos consultorios. "Desgraciadamente, la mayoría de estas disposiciones ya no existen, y los proveedores tienen que hacer frente a las repercusiones", afirma Mauldin.
Otro trastorno es la redeterminación de Medicaid, el proceso de revisión de la elegibilidad continuada de un beneficiario para el programa. "Durante la pandemia, las agencias estatales de Medicaid no podían dar de baja a los beneficiarios", explica Mauldin. "Esas disposiciones dejaron de tener vigencia, y eso redujo el número de pacientes cubiertos por la mayoría de los programas estatales de Medicaid. Para algunos proveedores, eso supone un problema".
Planificar en medio de la incertidumbre
La mejor forma de prepararse para la incertidumbre financiera es planificarla. Mauldin recomienda a los proveedores de atención médica que realicen una planificación de escenarios financieros, en la que se exploran distintos futuros plausibles y se prueban las opciones estratégicas para cada uno de ellos. Tenga en cuenta estas variables clave a la hora de planificar escenarios:
- Volumen de pacientes. Tras el drástico descenso del número de pacientes atendidos durante la pandemia, seguido de un repunte pospandémico, la mayoría de los proveedores experimentaron una recuperación de los niveles anteriores a la pandemia. "Los volúmenes de pacientes son más predecibles que hace unos años", afirma Mauldin.
- Tasas de pagos. Los proveedores deben planificar un escenario en el que las tasas se mantengan y otro en el que aumenten modestamente.
- Telemedicina. Aunque las consultas virtuales siguen representando un pequeño porcentaje del volumen total de la mayoría de los proveedores, la telemedicina registra un aumento en determinadas especialidades, como entre los pacientes rurales que se conectan con especialistas y las personas que buscan acceso a profesionales de la salud mental.
- Tasas de cobros. Los proveedores de atención médica prudentes deben planificar escenarios en los que los cobros se vean afectados por tasas de desempleo más altas. "Solo empezamos a ver realmente un impacto en los cobros a los pacientes cuando las tasas de desempleo empiezan a aumentar", dice Mauldin.
Evalúe sus opciones, y las posibles consecuencias
Una vez que haya evaluado el impacto de diferentes situaciones, también puede empezar a considerar las posibles soluciones.
"Pensar en estas cosas por adelantado, antes de verse en el medio de un problema, ayuda a descomprimir la situación y permite que las persona se alineen a la hora de tomar decisiones en un entorno difícil", agrega Mauldin. Ofrece estas sugerencias:
- Planificar el costo de la mano de obra. Para muchas prácticas, los costos de personal siguen siendo un desafío. "Después de la pandemia, cuando muchas personas del grupo de mayor edad del personal de la salud se retiraron por completo, los proveedores de atención médica recurrieron a contrataciones externas y al personal de agencias, lo cual es significativamente más costoso", dice Mauldin. "El uso del personal de agencias y enfermeras itinerantes empezó a descender durante 2024, pero los costos de sueldos y salarios de las enfermeras clínicas siguen siendo altos".
Teniendo esto en cuenta, los responsables de las consultas podrían plantearse si necesitan reducir la plantilla para recortar drásticamente los gastos. Consulte a su abogado para cerciorarse de que conoce los procedimientos adecuados en caso de que tenga que seguir este camino. Mientras tanto, esté atento a las tendencias de contratación. Cuando el mercado laboral lo permita, algunos pueden plantearse pasar de contratar personal de agencia a más clínicos a tiempo completo. - Reconsiderar sus necesidades de bienes inmuebles. El alquiler también es una partida importante para muchas consultas, y para las que tienen planes de comprar una propiedad comercial, los costos de un edificio nuevo siguen siendo elevados. Las consultas que lograron cambiar a un modelo de trabajo desde casa para algunos empleados podrían considerar hacer ese cambio permanente para reducir los gastos de oficina. Otra solución podría ser trasladarse a un espacio más pequeño.
"El costo de los intereses es otro problema", dice Mauldin. A pesar de que la Reserva Federal empieza a bajar las tasas de interés, los costos de intereses siguen siendo obstinadamente altos para algunos proveedores y, en muchos casos, no siguen el ritmo de aumento de los ingresos, dice Mauldin. Esta es otra razón más para estudiar detenidamente si la reducción de costos puede mejorar sus finanzas. - Crear un respaldo con crédito. Algunos consultorios podrían plantearse establecer una línea de crédito con su banco, si aún no disponen de una. "Es mejor hacerlo antes de que surja la necesidad", afirma Mauldin, en lugar de esperar a que se produzca una verdadera crisis de liquidez.
Aunque es imposible saber qué nos deparará el futuro, la planificación de escenarios financieros puede garantizar que su consulta esté lo más preparada posible para lo que venga. "La planificación financiera, a través de múltiples escenarios, es útil para sentir cierto nivel de control en un entorno difícil", afirma Mauldin.
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