El plan de sucesión: cómo no partir sin él
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Ya sea una persona soltera, casada, con hijos o a punto de jubilarse, todo el mundo necesita un plan de sucesión. Aquí le contamos cómo empezar.

Por: Jennifer Chappell Smith

Milli, un programa de contenidos sobre mujeres y dinero patentado por Dotdash Meredith, editorial de Real Simple, InStyle, Investopedia y The Balance, entre otros.

La frase “planificación del patrimonio” evoca imágenes de grandes muros cubiertos de hiedra que protegen a ricos y famosos. Pero en realidad, todo el mundo necesita un plan para lo que suceda con su patrimonio cuando fallezca. Y ese plan evoluciona con la edad.

Lo ideal es que su plan comience cuando esté sentando las bases de su vida financiera, como abrir una cuenta de ahorros junto con una 401(k) o una cuenta IRA. Ese tipo de cuentas requieren que nombre a un beneficiario: la persona que recibirá los fondos cuando usted muera. Si ya lo ha hecho, puede que haya cubierto sus necesidades de planificación patrimonial por el momento. Pero si elige una pareja y decide unificar las finanzas … es hora de volver a hacerlo.

Después, puede que llegue su primer hijo y tenga que hacer cambios, ¡otra vez! Pero más rápido que un auto de juguete en una pista de Hot Wheels, su hijo pequeño se irá a la universidad y, de repente, se avecina su jubilación y, ya lo adivinó, es el momento de planificar su patrimonio.

Mi esposo y yo nos casamos a los 30 y tantos, cada uno con su 401(k) y sus propias deudas de tarjetas de crédito. Fue una fusión de vidas y finanzas. Firmamos la licencia de matrimonio y, después de la luna de miel, iniciamos sesión para anotarnos como beneficiarios del plan de jubilación del otro. No tan romántico, pero necesario.

"Es aconsejable reevaluar el plan de sucesión cada tres años", dice Ginger Fuller Mlakar, planificadora de patrimonio acreditada y miembro del consejo de la National Association of Estate Planners & Councils (Asociación Nacional de Consejos y Planificadores Patrimoniales). "Siga revisándolo en distintos momentos con un enfoque diferente".

He aquí un rápido repaso a algunos de los aspectos básicos que hay que tener en cuenta cuando se pasa de una etapa a otra.

Unificar sus finanzas con una pareja

"Las conversaciones son clave", afirma Mlakar. Hablen y hablen hasta que se pongan de acuerdo sobre los títulos de propiedad de la casa, el auto y las cuentas de jubilación. ¿Quieren tener los bienes en común o por separado? ¿Están de acuerdo con los beneficiarios de cuentas IRA y pólizas de seguro de vida? Y la pregunta definitiva: "Si algo le ocurre a uno de nosotros, ¿quién debe beneficiarse de esos bienes?".

"Cuando las personas se casan o encuentran una pareja para toda la vida, deben empezar a pensar en cómo pasarán sus bienes a un superviviente", explica Mlakar. Y ese superviviente no tiene por qué ser su pareja: puede ser un padre anciano, un hermano con necesidades especiales o incluso una organización benéfica favorita.

Una vez casados, el gobierno puede intervenir en el reparto de sus bienes tras su muerte, y esa intervención varía en función del estado en el que resida. Redacte su testamento para evitar los tribunales y el proceso sucesorio, y asegurarse de que se cumplan sus deseos.

Pero el testamento es solo uno de los documentos importantes de planificación patrimonial que necesitará. Una vez que su destino esté ligado al de su pareja, es fundamental tener en cuenta toda la serie de documentos relacionados con el patrimonio que se enumeran a continuación. Y recuerde que si en algún momento desvinculan sus finanzas, en caso de separación o divorcio, tendrá que reconsiderar los documentos que firmaron como pareja.

Testamento. Generalmente archivado por un abogado y con una copia en casa, este documento detalla lo que usted quiere que suceda con sus bienes cuando muera y puede actualizarse para nombrar tutores para los futuros hijos.

Fideicomiso. Este documento permite a su fideicomisario gestionar sus asuntos si usted queda incapacitado o no puede tomar decisiones por sí mismo.

Fideicomiso en vida revocable. Usted crea este fideicomiso en vida y puede modificarlo en cualquier momento.

Beneficiario sucesor. Se refiere a la persona que recibe todo lo que hay en su fideicomiso después de que usted muera.

Poder notarial financiero. Este documento le permite nombrar a un aliado de confianza para que tome decisiones financieras —sobre cuentas de jubilación, por ejemplo, que no pueden estar en un fideicomiso— en su nombre si usted no puede hacerlo.

Poder duradero para la atención sanitaria o apoderamiento para la atención sanitaria. Puede utilizar este documento para autorizar a alguien a tomar decisiones médicas en su nombre si usted queda incapacitado.

Testamento vital. También llamado directiva a médicos y familiares en algunos estados, este documento le permite dictar sus cuidados en situaciones de final de vida, por ejemplo, si desea prolongar la vida mediante una sonda de alimentación.

Comenzar una familia

Actualizar los planes de sucesión debería estar en la lista de tareas de cualquier futuro padre. A los dos años de casarnos, mi esposo y yo nos pasábamos las cenas hablando de a quiénes nombrar tutores de nuestro hijo por nacer, en lugar de qué película ver.

Nombrar tutores en el testamento e incluir a su hijo como beneficiario sucesor en un fideicomiso son acciones igualmente importante. Existen muchos tipos de fideicomisos, pero un fideicomiso en vida revocable puede proteger la herencia que usted quiere dejar a sus herederos, incluidos los niños pequeños que necesitarán ayuda para administrar el dinero y controlar los gastos. Cuando su hijo es aún muy pequeño, puede nombrar “fideicomisario corporativo” a un contador de confianza, un amigo, un tutor o incluso un banco. Pero una vez que su hijo tenga edad suficiente para asumir el control, usted puede cambiar fácilmente el fideicomiso para nombrarlo fideicomisario.

Mlakar explica que algunas parejas evitan cargar a los tutores con el papel de fideicomisarios, ya que podría requerir conocimientos financieros y convertirse en una carga más allá de la crianza del niño.

¿Y si tiene un segundo, tercero o cuarto hijo? Es hora de volver a revisar esos documentos. Tenga en cuenta que algunos testamentos le permiten nombrar a “futuros” hijos para no tener que pagar por añadir sus nombres más adelante.

De cara a la jubilación

Una vez que sus hijos hayan crecido y volado del nido, es posible que usted se enfrente a la jubilación, se plantee una segunda actividad profesional o entre de lleno en la jubilación. A medida que cambien sus finanzas personales, sus necesidades de planificación patrimonial también se verán afectadas.

Independientemente de sus circunstancias, este es el momento de actualizar su testamento y, si aún no ha establecido los documentos patrimoniales enumerados anteriormente, no los ignore por más tiempo. Ponga en marcha su poder médico, testamento vital y poder financiero. Revise los beneficiarios de sus cuentas de jubilación, pólizas de seguro de vida con valor en efectivo y cuestiones similares para asegurarse de que sus supervivientes estén debidamente designados.

En esta etapa de la vida, Mlakar aconseja aprovechar las ventajas de un "enfoque multidisciplinario", es decir, permitir que una serie de asesores profesionales le ayuden a orientar su plan de sucesión. Ellos podrían incluir:

  • Un abogado patrimonialista
  • Un planificador financiero
  • Un profesional de seguros
  • Un contador
  • Un asesor filantrópico si desea dejar un legado relacionado con una organización benéfica

Tres cosas para hacer

  1. Utilice esta lista de control para ver si va por buen camino con su planificación patrimonial.
  2. Sepa por qué es importante planificar el patrimonio, aunque no tenga herederos.
  3. Las familias ensambladas tienen consideraciones patrimoniales únicas. Averigüe cuáles son.

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