Con tantas opciones, puede ser difícil decidir qué tipo de cuenta de ahorros utilizar para el fondo de educación universitaria de su hijo.
Cuenta de ahorros básica: el dinero mantenido en una cuenta de ahorros básica — el tipo más común de cuenta bancaria — puede ganar una pequeña cantidad de interés mensual. Es posible que se requiera un pequeño saldo mínimo, además se le permite hacer un número limitado de extracciones mensuales. Abrir una cuenta puede ser tan simple como visitar un banco local, mostrar su identificación y hacer su depósito inicial.
Cuenta 529: este es el plan más común de ahorros para la universidad. Permite a las inversiones crecer sin impuestos, y las ganancias de capital son gravadas a la tasa de impuestos del estudiante — generalmente más baja que la tasa de sus padres — cuando el dinero se usa para gastos de la universidad. Las cuentas 529 no tienen restricciones sobre el monto del ingreso que un contribuyente hace o la edad del beneficiario. Las contribuciones pueden hacerse tan frecuentemente como desee. Además, los familiares y amigos pueden hacer contribuciones. En algunos estados, las cuentas están disponibles en dos formas: una matrícula prepagada y un plan de ahorros. La mayoría de las 529 le permiten ahorrar más de $200,000 por beneficiario.
Cuenta de ahorros educativos Coverdell: en una Coverdell, anteriormente llamada una IRA de Educación, usted puede contribuir hasta $2,000 anuales por beneficiario, y los fondos no son gravados si se utilizan para ciertos gastos estudiantiles calificados como matrícula, libros, materiales, y posiblemente alojamiento y comida. Las contribuciones deben hacerse antes de que el beneficiario llegue a los 18 años de edad, y todos los fondos deben ser distribuidos dentro de los 30 días del 30º cumpleaños del beneficiario.
Cuentas Roth y de jubilación individual (IRA) tradicionales: puede recibir una distribución de su IRA, y aunque posiblemente deba pagar el impuesto a las ganancias sobre una porción de la distribución, no estará sujeto a la multa por retiro anticipado del 10 por ciento si los fondos son utilizados para pagar ciertos gastos calificados de educación superior. Estos gastos pueden incluir matrícula, cuotas, libros, y posiblemente alojamiento y comida. Generalmente puede aportar hasta $6,000 por año ($7,000 si es mayor de 50 años) a una IRA.
Para decidir cuál de las opciones tiene más sentido para usted, comuníquese con un profesional financiero que le explique las ventajas y desventajas de cada opción de ahorro para la universidad.