El principal objetivo para la mayoría de inversores es maximizar la rentabilidad y minimizar el riesgo. Aunque esperan resultados similares, los inversores pueden usar estrategias notablemente diferentes para lograr el éxito. Algunos se alinean firmemente en la estrategia activa de inversiones, mientras que otros tienen la plena convicción de que lo que funciona es la gestión pasiva. Antes de elegir de qué lado ponerse, debe comprender ambas opciones.
Tenga un propósito definido y conozca las disyuntivas. Eso aumentará la probabilidad de éxito.
El término "pasivo" en este contexto hace referencia a un fondo mutuo o fondo cotizado en bolsa (ETF) que fue creado para reflejar un índice del mercado de acciones, como el Dow Jones Industrial Average o, con mayor frecuencia, el índice Standard & Poor's 500 (S&P 500®). Replicar estrictamente las selecciones dentro del índice elimina el componente activo en la elección de inversiones.
En un fondo activo, por otro lado, el administrador del fondo intenta lograr un rendimiento superior al de los índices como S&P 500, evaluando de manera constante las inversiones del fondo, comprando y vendiendo y monitoreando la actividad dentro del fondo. Es un enfoque mucho más práctico e intervencionista que exige más tiempo, esfuerzo y capacidad que la inversión pasiva.
Muchos expertos dicen que las inversiones pasivas generan mejores resultados, y muestran estudios que respaldan su opinión. Otros expertos apoyan la gestión activa, dado que los inversores pasivos no tienen posibilidades de obtener ganancias provenientes de las inversiones que excedan el índice y, por lo tanto, se pierden el potencial de obtener mayores ganancias. Si ambos lados ofrecen argumentos válidos, ¿los inversores cómo pueden decidirse entre los dos enfoques?
Quizá no sea necesario que lo hagan...
El enfoque híbrido, aquel que usa los mejores elementos de una estrategia pasiva combinados con aquellos de la estrategia activa, merece ser tenido en cuenta.
Adoptar un enfoque activo
Si un administrador de un fondo activo busca lograr un mayor rendimiento que el del mercado, deberá analizar en profundidad las inversiones disponibles dentro de las clases de activos a los que apunta el fondo. Es un proceso que exige mucho trabajo y una profunda comprensión de los mercados financieros, de las industrias y de las empresas particulares. El administrador de un fondo activo pasa mucho tiempo buscando la información que necesita y cerrando los tratos comerciales que considera que serán los más rentables. El administrador cobra por el tiempo y esfuerzo invertidos, y eso implica cargos más altos sobre sus inversiones.
Las recompensas también pueden ser mayores. Cuando el gerente de fondos realiza las selecciones correctas, el fondo debería generar ingresos sustancialmente superiores que la alternativa pasiva.
Adoptar un enfoque pasivo
La inversión pasiva sigue estrictamente un índice elegido. No exige el mismo nivel de habilidad ni la misma cantidad de tiempo comprometido, por lo que los gastos son considerablemente inferiores que con un fondo administrado activamente. Como el fondo pasivo sigue un índice, la rentabilidad de la inversión por lo general es similar al rendimiento del índice (más gastos).
El truco, entonces, reside en decidir si las ganancias adicionales de las inversiones provenientes de la gestión activa son lo suficientemente elevadas como para pagar las tarifas adicionales y seguir acumulando mayores ingresos para el inversor.
La estrategia híbrida que incluye tanto inversiones pasivas como activas incluye lo mejor de ambos enfoques. Al ser selectivos y utilizar cada método en las circunstancias adecuadas, los inversores pueden obtener beneficios de ambos enfoques y, al mismo tiempo, limitar las consecuencias indeseadas, como pagar por la gerencia activa cuando solo recibe ingresos pasivos (o más bajos). Para poder ser efectivos con esta combinación, es importante comprender cuándo utilizar cada estrategia y cuándo complementarlas.
Estas son algunas de las sutilezas que su asesor de inversiones debe comprender y poner en práctica:
OPORTUNIDAD DE MERCADO: por lo general hay mayor oportunidad para la administración activa en ciertas clases de activos durante momentos de volatilidad del mercado. Los administradores activos tienden a lograr mayores rendimientos que los índices en momentos de baja. Por ejemplo, durante la etapa de baja en los mercados de 2001 - 2002 y luego en 2007 - 2008, en general los administradores activos lograron rendimientos mejores que los del mercado. Por otro lado, los fondos pasivos rindieron mejor que los fondos activos en los últimos años, que fueron calmos. A medida que los mercados se vuelven más volátiles en momentos de rentabilidad negativa, los administradores de fondos activos pueden lograr una rentabilidad más alta.
LA VISIÓN DE REGIONS: con las nuevas investigaciones, nuestros administradores de cartera pueden comprender mejor los indicadores de estas oportunidades del mercado y procurar aprovecharlas a través de inversiones tácticas, en mayor medida en los fondos administrados de manera activa durante tiempos de turbulencia.
INVESTIGAR CORRECTAMENTE: el rendimiento de las inversiones es tiempo pasado. Al elegir a un administrador de fondos, la decisión se debe basar en estadísticas de superficie. Es importante evitar fondos solo con rendimiento basado en la suerte del administrador. Un análisis más profundo del rendimiento año a año del fondo permite ver si se trató de un solo año de rendimiento estelar que ocultó nueve o más años de rendimiento bajo. O quizá una de las cinco corporaciones del fondo rindió sustancialmente por encima de la media del mercado, pero las otras integrantes del fondo tuvieron un rendimiento pobre. A veces los administradores de fondos hacen un seguimiento pormenorizado de un índice porque saben que pueden generar utilidades adecuadas, pero no suben su nivel de administración activa ni alcanzan su potencial total.
LA VISIÓN DE REGIONS: al mirar debajo de la superficie, buscamos administradores cuyo desempeño pasado demuestre algo más que una racha de suerte. Elegimos a aquellas personas que creemos tienen grandes probabilidades de lograr buenos rendimientos para nuestros clientes.
PERSISTENCIA: un sinónimo de persistencia es paciencia. La selección de los fondos de la cartera de un cliente debe estar basada en una investigación y apoyada en un proceso claramente definido. Las emociones no pueden ser parte de la decisión. Con ese compromiso debe existir la noción de que incluso el mejor administrador no logra rendimientos excepcionales todos los años.
LA VISIÓN DE REGIONS: destinamos tiempo para analizar en profundidad a los fondos y administradores que consideramos. Una vez que completamos ese proceso, evitamos darle lugar a la emoción, ateniéndonos a nuestra elección hasta que nuestro proceso nos diga que es tiempo de realizar un cambio. Nuestra estrategia de inversiones está diseñada con una visión de largo plazo.
La arquitectura abierta hace que todo funcione
Arquitectura abierta quiere decir que una firma de inversores puede seleccionar entre un universo de fondos disponibles en el mercado, sin limitaciones de propiedad exclusiva. Las firmas que usan solo sus fondos exclusivos deben seleccionar de entre estas opciones, y no pueden mirar más allá en busca de un fondo que se adapte mejor a lo que buscan o que parezca más prometedor. Si bien esto significa que el administrador de la cartera es libre de elegir las que considera las mejores opciones dentro de un grupo determinado, también es mayor la necesidad de llevar adelante debidas diligencias para analizar los candidatos.
LA VISIÓN DE REGIONS: si una firma debe limitarse a elegir entre sus propios fondos, los administradores se concentran más en el negocio de la firma que en las inversiones de los clientes. En Regions utilizamos una plataforma de arquitectura abierta que nos aporta toda la flexibilidad que necesitamos para elegir los fondos más apropiados para nuestros clientes.
Nuestro Grupo de Administración de Carteras toma decisiones completamente analizadas acerca de cuándo usar inversiones activas y pasivas. Observamos los indicadores del mercado y usamos nuestro criterio y capacitación para decidir cuándo usar cada estrategia. Nuestras normas y procesos se basan en la experiencia y el análisis, no en las emociones.
Para nosotros es importante que nuestros clientes entiendan qué deben contemplar al elegir una estrategia de inversión. Por eso nuestras políticas están claramente expresadas y trabajamos con patrocinadores de planes para capacitarlos y capacitar a sus participantes acerca de todos los factores que hay en juego. Queremos que nuestros clientes conozcan nuestras expectativas con respecto a un fondo seleccionado, y evitar cualquier ida y vuelta que solo sirven para aumentar los gastos de las inversiones. Es un trabajo de largo plazo para nosotros y queremos que lo sea también para nuestros clientes.
Este enfoque es particularmente importante en el ámbito de los planes de contribuciones definidos y es responsabilidad de los patrocinadores de planes garantizar que las tarifas sean razonables. Cuando evalúan implementar una estrategia de inversiones pasiva de bajo costo con estrategias activas, eso puede mejorar las ganancias totales y seguir manteniendo una tarifa general reducida.