Ayude a su hijo adolescente a tener educación financiera
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Aprender los conceptos básicos de manejar el dinero durante la adolescencia puede sentar las bases para adoptar buenos hábitos financieros al ir a la universidad y en la adultez. Cada hito que su hijo alcance -como conseguir su primer trabajo o el primer auto- puede ser una oportunidad para enseñarle sobre finanzas.

"Estos hitos se ajustan bastante a un plan de cuatro años, y recomiendo a los padres que se comprometan a completarlo con sus hijos adolescentes", dice Joye Hehn, gerente de Educación Financiera Comunitaria en Regions Bank. "Cada año se tienen más responsabilidades financieras y se acumulan con la experiencia del año anterior. No se preocupe si no tiene cuatro años, si lo necesita puede condensar el concepto.

Si su hijo adolescente está empezando la secundaria o se está preparando para rendir el SAT o ACT, estos pasos le ayudarán a guiar su desarrollo financiero durante toda la época de secundaria.  

Primer año: aprender lo básico

Para establecer buenos hábitos financieros se puede empezar por darle una mesada. Ganarse una mesada semanal por hacer ciertas tareas ayuda a los adolescentes a darse cuenta del valor del dinero. Los padres también pueden enseñar a sus hijos a controlar los gastos y ahorrar anotando las transacciones en un cuaderno y revisándolas semanalmente. El adolescente no solo verá cómo está gastando y ahorrando, sino también el concepto de flujo de efectivo.

"Muchos jóvenes adultos se mudan de la casa de sus padres sin saber cuánto dinero hace falta para mantener el estilo de vida que tenían", dice Hehn. "Algunas cosas que pueden parecer triviales -como una taza de café gourmet o una entrada al cine- pueden hacer estragos en el presupuesto".

Esta también es una buena edad para animar a su hijo a fijarse metas de ahorro y donar a causas importantes.

Segundo año: armar un presupuesto

Si su hijo adolescente está recibiendo una mesada, empiece a pagarle por mes en vez de por semana para enseñarle a administrar el dinero para que le dure todo el mes. Armar y usar un plan de gastos personales mensual que incluya metas de ahorro a corto y largo plazo refuerza el hábito de gastar con responsabilidad. En este año también puede conversar sobre el concepto de "necesitar" versus "querer".

Si seguir un presupuesto resulta difícil puede probar con el "sistema de sobre", donde se aparta dinero en sobres dedicados a gastos, ahorros (metas a corto plazo) y crecimiento (metas a largo plazo).

Penúltimo año: asumir más responsabilidad

En el caso de adolescentes que reciben una mesada, puede ampliar el plazo de pago a seis meses para reforzar el manejo de un presupuesto. Manejarse con un presupuesto puede ser difícil a esta edad porque los adolescentes tendrán que equilibrar el apartar fondos para sus gastos próximos y sus gastos voluntarios.

Si su hijo adolescente gasta más de lo que tiene en este momento, converse sobre la posibilidad de que consiga un trabajo de medio tiempo para ganar un poco más por su lado. "El primer trabajo puede abrirle los ojos en cuanto al valor de ganarse el dinero con esfuerzo", dice Hehn.

Si los adolescentes toman malas decisiones financieras, aprender de esas experiencias puede ser muy útil. También es importante que los padres sean francos y les cuenten sobre situaciones de la vida real sobre alguna mala decisión financiera y lo que aprendieron.

Cuando su hijo adolescente esté listo para asumir más responsabilidad, esta puede ser una buena edad para abrir su primera cuenta de cheques y aprender a pagar con cheques. Que su hijo adolescente empiece a usar cheques, antes de usar una tarjeta de débito o crédito, puede serle útil para aprender y dominar conceptos financieros como administrar estratégicamente y balancear sus gastos. Y al tener acceso a su historial de gastos, puede ayudarle a guiarlo por los desafíos o preguntas que pudiera tener.

Último año: aprender sobre crédito

Para los adolescentes que ya sepan lo básico sobre flujo de efectivo, seguir un presupuesto y administrar y llevar una cuenta de cheques ordenada, puede ser un buen momento para considerar darle la mesada de todo el año en un solo pago. "Con suerte para este momento los conceptos financieros que aprendieron en los años anteriores ya se hayan convertido en hábitos", dice Hehn.

Si su hijo adolescente está listo para asumir una mayor responsabilidad, podrá empezar a usar una tarjeta de débito para manejar más transacciones en tiempo real. Una tarjeta de débito prepagada podría ayudar a reforzar el gastar dentro de lo que se tiene. Es posible que los padres quieran esperar para permitirles obtener una tarjeta de crédito a esta edad. Sin embargo, deben conversar sobre cómo establecer un buen crédito y las diferencias entre deudas buenas y deudas malas.

Si su hijo adolescente le pide dinero prestado, puede prestárselo y delimitar claramente cuándo tiene que devolverlo. Así podrá aprender a pagar préstamos puntualmente cada mes.

"Si su hijo adolescente puede manejar bien su dinero durante un año, puede quedarse tranquilo de que podrá hacerlo bien cuando se vaya de casa", agrega Hehn.

Mantener un diálogo abierto

Al igual que cuando se aprende a nadar o un idioma nuevo, aplicar estas lecciones en tiempo real es fundamental. Los padres deben estar dispuestos a hablar sobre dinero, presupuestos y buenos hábitos financieros y mantener un diálogo abierto con su hijo sobre sus finanzas. "Al hablar francamente sobre dinero se posicionará como un recurso de confianza a medida que las decisiones financieras de su hijo vayan siendo más complejas", dice Hehn.

¿Su hijo adolescente está listo para dar el próximo paso financiero? Tómese un momento para hablar sobre estrategias para ahorrar. 

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