Busque llegar a un consenso, y proyectar objetivos en común a largo plazo, con su cónyuge cuando no están de acuerdo.
A menudo se dice que los opuestos se atraen, pero tener estrategias de inversión opuestas pueden ser suficiente como para que se generen tensiones en el matrimonio.
Quizás un cónyuge es quien toma riesgos y el otro es quien los evita al momento de invertir, o uno se inclina por las inversiones socialmente responsables mientras que el otro se preocupa exclusivamente por las ganancias. Si su tolerancia de riesgo y estilo de inversión difieren de los de su cónyuge, ¿cómo pueden invertir su patrimonio conjunto de un modo que ambos puedan dormir bien por las noches?
Consejo uno: evalúen sus objetivos a largo plazo
Para los que recién empiezan, "lo importante es focalizarse en los sueños y objetivos, nosotros los ayudaremos a identificar el monto de dólares que probablemente necesiten para lograr el resultado deseado", dice Cathleen Ringo, vicepresidenta y asesora de patrimonio en Administración del Patrimonio Privado de Regions, en Charlotte, North Carolina.
"¿Dónde quisieran estar de acá a 30 o 40 años? ¿Qué vida quisieran tener? Evalúen la edad a las que les gustaría jubilarse, el legado que quisieran dejar, si quisieran vivir en un hogar más pequeño o comprarse una vivienda de vacaciones, si su estilo de vida incluirá viajes o un pasatiempos caro", dice Ringo. "Sus objetivos en esta etapa pueden no estar del todo claros, pero intentamos obtener la mayor cantidad de detalles posible".
Consejo dos: trabaje junto a su asesor
También es importante trabajar con su asesor financiero para calcular cuánto dinero necesitarán para que su visión se vuelva una realidad. "Cuando tengan claro el panorama", dice Ringo, "nosotros podremos ayudarlos a determinar cómo llevarlos hasta allí":
Normalmente, esto implica mostrarles los resultados posibles desde el punto de vista histórico de las estrategias de inversión preferidas de cada cónyuge, y allí se ve con mayor claridad si su cartera de inversiones puede o debe modificarse para lograr los objetivos. Este ejercicio no necesariamente favorece a la estrategia más riesgosa, porque lo ideal es invertir con el menor riesgo posible e igualmente alcanzar los objetivos a largo plazo", dice Ringo.
Consejo tres: aprendan a sobrellevar las diferencias
Si uno de ustedes sigue con la idea de invertir de forma más agresiva, Ringo recomienda crear una "pequeña cuenta paralela", siempre y cuando ambos concuerden con que la pérdida total de dinero de esa cuenta, en el peor de los casos, no dañará sus objetivos financieros a largo plazo como pareja y no generará resentimiento. Tengan en cuenta que sus respectivas inversiones jubilatorias se encuentran en cuentas individuales, "por eso mientras deban usar esos medios para invertir de la forma que les resulte mejor, asegúrense de que los mismos estén alineados al objetivo financiero general de la pareja", agrega.
No pierda de vista sus objetivos compartidos porque las cuentas jubilatorias normalmente se consideran activos matrimoniales regulados por las leyes de propiedad. Incluso si usted y su cónyuge optan por mantener sus inversiones por separado, sus estrategias de inversión deben apuntan hacia esos objetivos combinados.
Si la tolerancia de riesgo es un problema, recuerde que las ganancias no siempre son financieras. Hay un fundamento que respalda inclinar la cartera de inversiones hacia el inversor más conservador o vulnerable. En muchos casos, es mejor arriesgar poco que demasiado. Y la insatisfacción que el inversor agresivo siente sobre la rentabilidad más baja probablemente no conlleve el mismo riesgo potencial para la relación que el estrés o el pánico que el inversor conservador puede sentir en un mercado en baja.
Más allá de cómo decidan invertir usted y su cónyuge, "no creen un plan para simplemente dejarlo de lado", dice Ringo. "Todos los años revisen el plan y pregúntense: ¿Estamos donde tenemos que estar? ¿Nos estamos manejando con demasiados temores? ¿Esto nos resulta cómodo? ¿Debemos realizar cambios? La vida cambia. Las cosas cambian. Los objetivos cambian. Por eso es necesario que revisen todo esto juntos, como pareja, al menos una vez por año".
Conozca más sobre planificar su mapa de ruta para la jubilación junto a su cónyuge.