¿Agotamiento en cuanto a las ventas o algo más?
Junio de 2022
La última semana comercial de mayo les dio a los inversionistas de acciones una pausa más que merecida de las ventas incesantes mientras una combinación de condiciones sobrevendidas, escasa cobertura, vencimiento de opciones y una cartera a fin de mes que se reajusta impulsó al S&P 500 a su mejor rentabilidad semanal desde marzo. En lo que nos adentramos a junio, los participantes del mercado se preguntan si el aumento a fines de mayo en el precio de las acciones será simplemente una pausa en las ventas o algo más sostenido con una suba mayor en el verano. Queda por verse si el S&P 500 del 20 de mayo a la baja de 3,810 se mantiene como piso de contención a lo largo del verano, pero sospechamos que alrededor de 4,300 ofrecerá un área firme de resistencia a corto plazo en cuanto al alza. Los diferenciales crediticios se ajustaron a fin de mes, la amplitud del mercado mejoró y las acciones de tecnología de la información dieron lugar a corridas a pesar de una orientación insuficiente y "malas noticias", todos motivos para que los inversionistas se sientan optimistas. Sin embargo, hasta que el volumen de comercialización se encamine positivamente, mantendremos nuestras sospechas acerca del poder que siguen teniendo las corridas. Esperamos que el entorno comercial agitado se mantenga así este mes en lo que la profundidad del mercado de valores, o liquidez, se mantiene insuficiente, un escenario típico a esta altura del año.
A fines de mayo, redujimos la exposición a las acciones y nos movimos a un punto neutro con respecto a la posición sobreponderada en cuanto a los bonos y nuestro objetivo a largo plazo. Esta decisión fue impulsada por nuestra expectativa de que los precios de las acciones se enfrentarían a adversidades en los próximos trimestres en forma de una desaceleración en el crecimiento económico y un agotamiento de la liquidez del sistema por parte de los bancos centrales, específicamente de EE. UU. y Europa, a causa de la normalización de la política monetaria para combatir la inflación en alza. Las corridas abruptas pueden materializarse (y normalmente lo hacen) cuando las acciones se sobrevenden como pasó en mayo, pero las subas en los índices nacionales probablemente se reduzcan siempre y cuando el panorama en cuanto a la inflación y el ritmo de la normalización de la política monetaria se mantenga incierto. La política monetaria será el factor principal del camino a corto plazo que tomen los precios de las acciones, pero esperamos que las revisiones negativas en las ganancias de S&P 500 se materialicen en los próximos trimestres, lo que afectará las valuaciones y la demanda de acciones.
En el exterior, los mercados desarrollados se han mantenido relativamente bien en el año en curso, ya que el índice MSCI ACWI en EE. UU. superó al S&P 500en un 2.75% en términos de rendimiento total durante mayo, y ambos índices fueron inferiores en más de un 10%. La caída en picada de los valores europeos se intensificará en los próximos meses en lo que el Banco Central Europeo (ECB, por sus siglas en inglés) ajuste la política monetaria para que prevalezca sobre la inflación en alza. La Eurozona se enfrentará a ciertos desafíos en forma de una suba en las tasas de interés y en los precios de energía en los trimestres venideros, contrarrestada en cierta medida por la fuerza del dólar estadounidense en relación con el euro, un viento favorable para las exportaciones y el turismo. En resumidas cuentas, somos menos constructivos sobre la economía de la Eurozona pero la acción de los precios ha sido mejor que las noticias y las valuaciones se mantienen atractivas. En mayo, nos movimos a las acciones del mercado desarrollado a nivel nacional con ponderación reducida y se reasignaron las recaudaciones a bienes reales para disminuir la volatilidad de la cartera y actuar como un diversificador inflacionario.
Adoptamos una postura imparcial en cuanto a nuestras asignaciones estratégicas de objetivos a largo plazo para el S&P 500, Russell 2500 (SMid) y MSCI Emerging Markets en lo que le damos la bienvenida a junio y a su vez acarreamos una postura de ponderación reducida recién implementada para el índice MSCI ACWI en EE. UU. Las características de las cualidades del S&P 500 lo convierten en un lugar atractivo para destinar capital, pero incluso esta cohorte de acciones podría languidecer ante la presión de las tasas de interés en aumento, las presiones inflacionarias incesantes y una potencial ola de revisiones de resultados decrecientes en los próximos meses. Los márgenes de ganancias de las empresas nacionales de pequeño y mediano capital probablemente permanezcan ajustados en medio de costos elevados en la mano de obra y materias primas, pero este segmento del mercado se ha rezagado significativamente en el último año y, según nuestro punto de vista, los precios ya se encuentran en un estado de ralentización económica considerable. Dentro de los mercados emergentes, China dio fin a los confinamientos por COVID a fines de mayo en lo que el Banco Popular de China (PBoC, por sus siglas en inglés) flexibilizaba la política monetaria para respaldar el crecimiento económico. Estas variables podrían impulsar las expectativas de los inversionistas y la demanda de acciones chinas, potencialmente generando, en líneas generales, un rendimiento relativamente mejor gracias a las acciones de mercados emergentes.
Fuente: Bloomberg, Factset