Los programas de bienestar financiero son un beneficio laboral cada vez más popular. Conozca los costos y los factores a tener en cuenta.
Para los empleados, el dinero es el motivo de preocupación más grande, si no el único. De hecho, según algunos estudios, tan solo el 5% de los empleados reúnen todos los criterios de bienestar financiero.
El estrés financiero afecta no solo el bienestar de los empleados, sino también la productividad en el trabajo. Casi 6 de cada 10 empleados dicen que piensan con preocupación en sus finanzas en el trabajo.
Los programas de bienestar financiero son cada vez más
Al entender que la mayoría de las personas no tienen acceso a profesionales que pueden ayudarlas a alcanzar sus metas financieras, una cantidad cada vez mayor de empleadores ha comenzado a involucrarse para cubrir esa falta. Según una encuesta de 2020 realizada por Employee Benefit Research Institute, el 52% de las empresas ahora ofrece programas de bienestar financiero como beneficio para sus empleados. Estos beneficios pueden incluir talleres sobre temas como información sobre sus beneficios, planificación para la jubilación o planificación para invertir, acceso a un asesor financiero exclusivo o incluso asistencia con el repago de sus préstamos estudiantiles.
Dado que el estadounidense promedio con una deuda estudiantil adeuda más de $32,700, la devolución de los préstamos estudiantiles es una de las principales preocupaciones de los trabajadores, particularmente entre la generación millennial: el 40% tiene una deuda estudiantil, y la amplia mayoría la cita como un impedimento para alcanzar sus metas financieras.
Los programas de repago de préstamos estudiantiles no son nuevos en el ámbito laboral, pero están creciendo: el 8% de los empleadores ofrecía algún programa de este tipo en 2019, el doble con respecto a 2017. Lo destacable es que hay una nueva ley que permite a los empleadores aportar hasta $5,250 por empleado hasta 2025, libres de impuestos, para asistir a sus empleados con el pago de estos préstamos.
¿Valen la pena?
Estos programas no solo ayudan a los empleadores a atraer a los mejores talentos sino también a mejorar la lealtad de sus empleados. Por supuesto, estos tipos de iniciativas no son gratis. Según el EBRI, las compañías medianas por lo general gastan entre $50 y $500 al año por empleado en programas de bienestar financiero, lo que muestra la importancia de que los empleadores analicen cuidadosamente el ROI de ofrecer dichos servicios.
Sin embargo, para los empleados los beneficios suelen ser concretos. De quienes habían participado de un programa de bienestar financiero en los últimos tiempos, el 51% de los empleados dijo que se sentían más comprometidos hacia su empresa, el 40% dijo que se sentían más productivos y concentrados en el trabajo y el 35% dijo que sentía menos estrés.
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