Fue Benjamin Franklin quien escribió: “En este mundo nada puede considerarse seguro, excepto la muerte y los impuestos”.
"Como propietario de un negocio, usted probablemente pierda mucho tiempo pensando en los impuestos, mientras que la muerte es un tema que evita. Eso es normal. Sin embargo, la pérdida suya, de un compañero o de un trabajador importante puede ser catastrófico para la compañía. Una solución simple es asegurar a las personas esenciales, lo que puede ayudar a que el negocio siga siendo viable financieramente mientras se adapta a la pérdida.
"Asegurar a las personas esenciales crea un puente financiero cuando se pierde alguien que contribuye en gran medida con el funcionamiento o la rentabilidad de la compañía", comenta Charles Mulford, profesor de contabilidad en Scheller College of Business de Georgia Tech. "Además, algunas pólizas devuelven de uno a cuatro por ciento cada año, lo que las vuelve lugares potencialmente fructíferos donde colocar el efectivo excedente".
La mayoría de las empresas protegen sus bienes físicos, pero solo 1 de cada 5 tiene una política sobre empleados clave implementada. Es posible que eso se modifique la próxima vez que deba negociar con un prestamista. Por lo general existen ciertas actividades, como la solicitud de un préstamo, una nota de crédito o la planificación de una expansión, que generan la necesidad de hablar al respecto. De hecho, su prestamista probablemente quiera hablar sobre el seguro para personas clave en su empresa. También quieren proteger el interés en su empresa. Evaluar sus necesidades de seguro para personas clave implica dos cuestiones: quiénes y por cuánto:
Quién. Usted, como propietario, indudablemente necesita cobertura, lo mismo sucede con sus socios, si es que tiene. Puede también desear cubrir a un empleado no propietario que sea responsable de un gran volumen de ventas. "Los negocios que están ligados específicamente a la relación de una persona con sus clientes pierden viabilidad rápidamente", comenta Madigan. Piense cuidadosamente en los aspectos de personalidad que podrían perderse, como la capacidad de liderazgo, habilidades especiales o reputación industrial, que ayudan a construir la compañía y su valor.
Cuánto. Determinar el monto de cobertura que necesita no es una ciencia exacta. No se trata simplemente de saber cuánto le cuesta a la compañía el salario de esa persona, sino de conocer el impacto financiero total que puede sufrir la compañía. Por ejemplo, un 5 por ciento de margen bruto requiere $1 millón en ventas para generar $50,000. Es posible que cueste más dinero reemplazar esa persona estrella en el área de ventas de lo que usted piensa. Las interrupciones internas, que pueden ser muchas, que ocurren hasta que se contrata un reemplazante, y hasta que éste logre adaptarse, también pueden implicar gastos. Su banco y los aseguradores con los que trabaja tienen normalmente calculadoras de valoración para ayudarlo a determinar esos costos.
Su contador tendrá que encausar cuidadosamente los reportes, advierte Mulford. "Si las primas, que no son deducibles, exceden el valor de rescate en efectivo se consideran un gasto", comenta. "Si el valor de rescate en efectivo, que se incrementa con el tiempo, excede las primas se considera una inversión". Y la cuenta a pagar en caso de defunción es libre de impuestos, excepto en algunas corporaciones C.
Entonces Franklin tenía mucha razón: usted no puede engañar a la muerte pero con el seguro para personas esenciales podrá, al menos existe la posibilidad, tener una deducción tributaria.
