Jugar para ganar: Cal Ripken, Jr. y las claves del éxito
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Cal Ripken, Jr., una leyenda del béisbol, comparte las claves de su exitosa carrera.

Cal Ripken, Jr. sabe algo sobre la perseverancia. Al legendario jugador de posición de campo corto, que pasó su carrera profesional jugando para los Baltimore Orioles, lo denominaron “Iron Man” por romper el récord de Lou Gehrig al jugar la mayor cantidad de juegos consecutivos en la historia del béisbol (2,632 para ser exactos) en casi 17 temporadas. Aún mantiene ese récord.

Ripken compartió sus claves para el éxito en Fundamentals with Cal Ripken, Jr., en el evento anual Regions Speaker Series.

Pasión

Amar lo que hace es el secreto de la felicidad y el éxito. Y cuando los tiempos se ponen difíciles, y no dude que así será, es cuando más necesitará la pasión. En 1988, los Baltimore Orioles perdieron 21 juegos al comienzo de la temporada. Fuimos el hazmerreír de la liga. Fue la peor época que se puede imaginar como jugador de béisbol profesional. Pero incluso en esas condiciones adversas, continué buscando una solución porque me apasionaba muchísimo el juego. La siguiente temporada, jugamos por la bandera contra los Toronto Blue Jays. Es una de esas experiencias en las que, si puedes sobrellevarla, puedes sobrellevar prácticamente cualquier cosa que te depare la vida.

Competencia

He descubierto dos tipos de competencias muy motivadoras: una es competir contra mí mismo, y la otra es competir contra mis compañeros de equipo. Para competir contra uno mismo, debes ser honesto. Debes tener el coraje de decir "¿Cuáles son mis fuerzas y debilidades?" Debes tener la voluntad de practicar aquello en lo que eres débil a fin de mejorar. Cuando me tocaba trabajar con compañeros de equipo más jóvenes, les daba toda mi sabiduría, los protegía y los apoyaba. Pero cuando era hora de ejecutar todas esas jugadas que estaba practicando, en mi mente estaba compitiendo con ellos. De manera que si alguien estaba mirando un partido, dijeran, "Ese chico es muy bueno, pero no se compara con Ripken". Esa forma de competencia me permitió estar siempre a la vanguardia.

Constancia

No siempre se puede dar el golpe que permita ganar el juego ni atrapar la pelota para salvar el partido. Lo que define su valor es todo lo que hace durante el partido. Como jugador ofensivo, estaba tercero en la línea de bateo la mayoría de mi carrera. Pero también podía tocar la pelota, llevar a los corredores de segunda a tercera base e incluso llevarlos a robar la base. Frank Robinson, mi director técnico, me dijo que ciertas veces me sacaría de la línea de juego mientras corría. Pero también dijo que cada vez que lo pensaba, recordaba mis demás habilidades y no podía reemplazarme. Si hace varias cosas a la vez y contribuye más, será irreemplazable sin importar lo que haga.

Convicción

En algunos puntos de la vida, tiene que defender lo que cree. A veces todos los que lo rodean serán débiles. En mi familia, discutíamos sobre dos tipos de obstinación. Estaba la obstinación buena, cuando se defiende lo que se cree, y la obstinación mala, cuando se es arbitrario sobre el hecho de ser obstinado y poco cooperativo. Mi madre nos enseñó cómo diferenciar ambos tipos de obstinación.

Fuerza

El béisbol es un deporte en el que se necesita fuerza física y emocional, porque se juega día a día. No tiene tiempo para recuperarse, no tiene tiempo fuera y debe descubrir cómo jugar con menos del 100 por ciento de energía. Ahora que tengo mi propia compañía, he descubierto otro tipo de fuerza. Tenemos alrededor de 60 empleados jóvenes de tiempo completo. He aprendido que nada reemplaza a la preparación. Cuando hablo con los jóvenes, se nota que desean hacer todo improvisadamente. No quieren aprender la presentación; quieren salir y vender, vender, vender. Les digo que, para esos cuatro míseros bateos que puede tener en un partido, hay que practicar muchísimo para tener la mejor posibilidad. No se puede llegar al éxito constante sin prepararse ni practicar.

Control de la vida

No me gusta cuando la gente dice, "Si está fuera de tu control, solo sigue la corriente". ¿Por qué dejaría que algo suceda si no estoy de acuerdo con eso? Intento pensar qué tipo de control debo aplicar para mejorar algo. Por ejemplo, jugué para los Orioles por 21 años y tuve nueve directores técnicos en ese período. Aprendí que se puede aceptar lo que el director hace o se puede ser proactivo. El primer día de entrenamiento de primavera, solía preguntarle al director técnico algo sencillo: ¿cómo se desarrollará el entrenamiento? Solía sugerirme que planifique mi propio programa durante las próximas seis semanas. Escribía mi planificación, y el director solía seguirla. Los demás miembros de mi equipo siempre se enojaban. Les decía. "Todo lo que tienen que hacer es tener una conversación adulta con su director técnico". ¿Y cuántos jugadores tomaban mi consejo? Ninguno.

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