La graduación universitaria de un hijo solía significar un alivio financiero para muchos padres.
Ese ya no es el caso. La caótica economía y el mercado laboral de los últimos años han provocado que muchos adultos jóvenes y de mediana edad luchen para llegar a fin de mes. Como resultado, suelen apoyarse en sus padres para obtener ayuda financiera y otro tipo de apoyo en sus años posteriores a la universidad.
"Esto se ha convertido en un asunto de importancia para muchos padres de la generación de la posguerra", afirma Missy Epperson, ejecutiva de área de Administración del patrimonio privado de Regions con sede en Baton Rouge, La. "Sin un poco de "amor con firmeza" desde el principio, para los padres puede resultar difícil dejar de sustentar financieramente a sus hijos más adelante. A la larga, ello podría convertirse en una carga para su propia seguridad financiera".
Epperson recomienda que los padres destinen tiempo anticipadamente para determinar con exactitud cuánto respaldo pueden brindarle realmente a un hijo adulto que lo necesite. Muy pocos desean negarle ayuda a un hijo o una hija responsable que se encuentra ante a una verdadera adversidad, como haber perdido el empleo, tener dificultad para encontrar un trabajo o tener una emergencia de salud. Al mismo tiempo, los padres deben tener cuidado de no poner en peligro su propia seguridad financiera. El objetivo, afirma Epperson, debe ser asegurarse de que sus hijos adultos puedan algún día ser autosuficientes económicamente. "Una vez que los padres comienzan a brindar respaldo, suele ser difícil salir de esa situación de manera diplomática", agrega.
Fijar límites
Antes de brindar respaldo financiero a un hijo adulto, los padres deben determinar la cantidad de respaldo que pueden proporcionar y el tiempo durante el cual lo proporcionarán. Los cónyuges no siempre están de acuerdo, por lo que resulta importante que hablen sobre estos asuntos antes de analizarlos con su hijo. Pedirle al hijo un listado de sus gastos mensuales puede ser útil para orientar la conversación y tomar decisiones. Los padres pueden sentirse frustrados si consideran que su hijo adulto tiene demasiados gastos relacionados con el estilo de vida, tales como vacaciones o salidas a comer a restaurantes, comenta Epperson. También agrega que, incluso si los hijos ya son adultos, los padres que brindan un respaldo financiero deben sentirse libres de expresar sus inquietudes acerca de los hábitos de consumo de sus hijos. Hablar de antemano acerca de cómo debería usarse el dinero, y por cuánto tiempo, puede ayudar a manejar las expectativas y a evitar malos entendidos más adelante.
Probablemente los padres también quieran que su hijo adulto cumpla con ciertos requisitos mientras recibe ayuda financiera, como buscar activamente un empleo o tener un empleo de medio tiempo. Una estrategia que Epperson recomienda consiste en que los padres reduzcan lentamente y con el paso del tiempo el monto del respaldo financiero que le brindan a un hijo adulto, para así quitarle gradualmente esa protección financiera. Una vez que los padres y su hijo adulto llegan a un acuerdo acerca de cuánta ayuda recibirá, tal vez quieran dejarlo sentado por escrito. Esto les ayudará a todos a garantizar que están de acuerdo con lo mismo.
Buscar respaldo
Los padres pueden optar por brindarles respaldo a sus hijos de diferentes maneras. Algunos pueden darles a sus hijos una mensualidad de dinero en efectivo, mientras que otros tal vez prefieran cubrir ciertos gastos, como el alquiler o la matrícula de la universidad. Las donaciones financieras para un hijo adulto están sujetas a la exclusión impositiva anual sobre donaciones, de $14,000, lo cual significa que ambos padres pueden proporcionar hasta $28,000 al año a cada hijo sin las consecuencias del impuesto sobre donaciones. Los pagos directos a instituciones educativas y médicas se pueden hacer por lo general sin límites al impuesto sobre donaciones. Ciertos tipos de fideicomisos también pueden ayudar a los padres a brindarle respaldo a un hijo adulto. "Puede ser una pendiente resbaladiza", afirma. "La abuela comienza a cuidar a sus nietos algunos días a la semana y, de repente, lo hace todos los días, lo cual afecta sus planes de jubilación".
Ponerle fin a la ayuda
Infortunadamente, muchos padres descubren demasiado tarde las cargas que pueden ir acompañadas del respaldo que se le brinda a los hijos adultos. Tal vez deseen expresarles claramente a sus hijos cómo esa ayuda financiera u otro tipo de respaldo ha afectado su propia seguridad financiera o su estilo de vida, afirma Epperson. Explicar esto puede ayudar al hijo a comprender mejor el motivo por el que el respaldo financiero llegará a su fin.
Incluso si los padres tienen los recursos para continuar brindando ayuda a un hijo adulto, tal vez sientan que esa ayuda está socavando la independencia financiera de su hijo, o que está siendo usada para financiar actividades que no pretendían financiar. Ponerle fin a esa ayuda puede ser una decisión angustiante. Pero también puede ser el paso que encamina al hijo hacia la autosuficiencia económica.